El senador demócrata Bob Menéndez acusó el jueves al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de tratar de “chantajear al presidente (Joe) Biden” para invitar a “gobiernos no-democráticos” a la IX Cumbre de las Américas.
Paralelamente, la diputada republicana María Elvira Salazar, cubano-estadounidense, afirmó que la ausencia de López Obrador y otros mandatarios latinoamericanos es una demostración de la debilidad del gobierno Biden.
“Por primera vez en 100 años, el presidente mexicano se atreve a enfrentar así al presidente de los Estados Unidos, al no asistir a una Cumbre de las Américas en territorio de los Estados Unidos. Entonces, eso demuestra que saben que es débil, débil, débil”.
Según Salazar, en declaraciones a la cadena FOX, que propuso “cerrar” la frontera, esa debilidad es conocida también por “coyotes” y traficantes de drogas.
“Creo que el presidente López Obrador básicamente trató de chantajear al presidente Biden para que insistiera en que países que no son democráticos, países como Venezuela, Cuba, la Nicaragua de Daniel Ortega, que son dictadores y déspotas, deberían haber sido invitados a la cumbre”, dijo Menéndez a José Díaz-Balart, de MSNBC.
Pero Kristina Rosales, portavoz del Departamento de estado, dijo a El Heraldo de México que respetamos la decisión de varios de nuestros aliados de no participar en la cumbre”, pero lo importante es que los que encuentran en la reunión, participan y mantienen abierto el diálogo.
Menéndez le dijo a Díaz Balart que México es una de las relaciones bilaterales más importantes de Estados Unidos, pero dijo que Biden tomó la decisión correcta al excluir a los tres países que no firmaron o desafiaron abiertamente la Carta Democrática Interamericana.
“Aplaudo al presidente Biden por defender el estándar de la Cumbre como una cumbre de democracias”, dijo Menéndez, quien preside el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
Laura Ortiz, directora de medios hispanos de la campaña de reelección del también senador republicano Marco Rubio, dijo que la cumbre era “una prueba brillante de que la Administración Biden ha dejado sus prioridades de política exterior en la región a merced del presidente López Obrador”.
El Heraldo de México
