El senador republicano Lindsey Graham presentó el 29 de marzo una iniciativa para designar al menos a nueve cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras.
La Ley de Terminación de NARCOS de 2023 (Organizaciones y Sindicatos Criminales Notorios, Agresivos y Despiadados, por sus siglas en inglés) presentada por Graham y respaldada por otros seis senadores republicanos, busca crear un grupo de trabajo que tenga la facultad de combatir los cárteles de droga mexicanos y el tráfico de drogas, particularmente del fentanilo cuyo consumo mató a cerca de 110 mil personas en los Estados Unidos el año pasado, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con un comunicado compartido por el senador de Louisiana, John Kennedy, esta legislación permitiría al gobierno de Estados Unidos enjuiciar a personas por tráfico de drogas y de personas, así como usar la jurisdicción extraterritorial para atacar y enjuiciar a ciudadanos extranjeros involucrados con cárteles mexicanos u otras organizaciones criminales transnacionales.
“Designar a estos cárteles como Organizaciones Terroristas Extranjeras cambiará las reglas del juego. Pondremos a los cárteles en el punto de mira y perseguiremos a quienes les brindan apoyo material, incluidas las entidades chinas que les envían productos químicos para producir estos venenos. La designación de los cárteles mexicanos de la droga es un primer paso en los principales cambios de política que necesitamos para combatir este mal”, indicó Graham en un comentario.
La iniciativa señala a los siguientes cárteles como organizaciones terroristas extranjeras bajo la Ley de Inmigración y Nacionalidad:
- El Cártel de Sinaloa.
- El Cártel Jalisco Nueva Generación.
- El Cartel del Golfo.
- El Cártel de Los Zetas.
- El Cártel del Noreste.
- El Cártel de Juárez
- El Cártel de Tijuana
- El Cártel de lso Beltrán-Levya.
- La Familia Michoacana, también conocida como el Cártel de los Caballeros Templarios.
El documento fue remitido al Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos para su análisis.
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El mismo miércoles, el presidente Andrés Manuel López Obrador respondió a las acusaciones de Graham diciendo que solo una cuarta parte del fentanilo disponible en Estados Unidos se trafica desde México, mientras que el resto llega de los otros países de Norteamérica.
“Por México llega solo el 25 por ciento del fentanilo que consumen en Estados Unidos, el 75 por ciento del fentanilo que consumen en Estados Unidos llega por Estados Unidos y por Canadá”, aseveró el mandatario en su rueda de prensa diaria.
“Que también considere que nosotros no producimos fentanilo, el fentanilo llega de Asia, y que nosotros estamos ayudando para que no haya tráfico de fentanilo, y lo hacemos no por miedo a sus amenazas intervencionistas, sino lo hacemos por convicciones humanitarias”, agregó.
El gobernante mexicano también criticó al senador por cuestionar este martes a Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, así como lo hizo la semana pasada con Antony Blinken, secretario de Estado, sobre si los cárteles de la droga controlan territorios de México por encima del gobierno.
“Yo sostengo que, yo como presidente y cualquier persona, puede ir a cualquier parte del territorio nacional, y sí hay riesgos en unas regiones más que en otras, en unas ciudades más que otras, pero la vida se mantiene inalterable en todo el país”, indicó.
El intercambio de declaraciones ocurre en medio de la creciente tensión entre México y Estados Unidos por los cárteles, en particular los que trafican fentanilo.
La polémica se ha intensificado tras el secuestro de cuatro estadounidenses y el asesinato de dos de ellos este mes en la frontera entre ambos países, lo que ha motivado a los republicanos en Estados Unidos a considerar a los cárteles como terroristas.
López Obrador defendió que su aproximación es “ir al fondo, es atender las causas, no es querer enfrentar, como suele pensarse, la violencia con la violencia, el mal con el mal, o pensar que los problemas sociales se resuelven solo con el uso de la fuerza”.
El Financiero