El periodista Raymundo Riva Palacio logró una sentencia favorable en su demanda contra el expresidente Andrés Manuel López Obrador, obteniendo un amparo definitivo que reconoce la violación a sus derechos humanos a partir de los comentarios vertidos en las “mañaneras”. Este fallo marca la primera vez que un periodista gana una demanda de este tipo contra un exmandatario mexicano.
El caso comenzó hace cinco años, cuando López Obrador se refirió a Riva Palacio como un “cretino desfachatado” en una de sus conferencias, debido a una columna escrita por el periodista en la que criticaba a “mercenarios youtuberos”. A raíz de este incidente, Riva Palacio relató que comenzó a sentir temor por su seguridad, pues las agresiones verbales del exmandatario generaron un ambiente de hostilidad. “Dejé de andar en el metro y en el Centro de la Ciudad, por el riesgo de que alguien me agrediera”, comentó.
A pesar de los obstáculos, incluyendo la llegada de Rosario Piedra Ibarra a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que hizo que el proceso se estancara, Riva Palacio continuó con su demanda, defendiendo el argumento de que la “mañanera” era un espacio oficial del Gobierno y que el uso de esa plataforma para difamarlo violaba su derecho a la libertad de expresión y a la protección de su honor.
Durante el juicio, el magistrado Fernando Silva destacó que las declaraciones de AMLO en las “mañaneras”, así como la creación de la sección “¿Quién es quién en las mentiras?”, contravenían los principios de legalidad y violaban los derechos humanos del periodista. Por ello, la corte concedió el amparo, ya que las declaraciones del entonces presidente afectaron su honor, su privacidad y su libertad de prensa.
Aunque Riva Palacio se mostró contento con el fallo, también expresó su deseo de que esta resolución hubiera llegado antes y lamentó que otros periodistas no hubieran seguido el mismo camino judicial. “Estos años fueron negros”, indicó, refiriéndose a la larga lucha legal. A pesar de ello, destacó que, al presentar su demanda, nunca recibió desinterés por parte de la Presidencia, aunque el proceso se extendió durante el sexenio.