El Radar
Por Jesús Aguilar
En este repaso de algunos de los personajes clave que serán perfiles principales del escenario político potosino para los siguientes 3 años aparece uno de los “primeros actores” del grillerío imperante.
Con una larguísima trayectoria en el escenario nacional, papeles preponderantes y controvertidos en la capital del país, decisiva influencia en los primeros planos de la operación partidista de las izquierdas recientes y una habilidad natural para ese arte seductor que hoy se ha vuelto la real politik, está el que seguro será el nuevo coordinador parlamentario del Verde, Héctor Serrano.
Cabeza visible del Partido del Trabajo en la era Gallardista, se convirtió en un mentor para el actual Gobernador cuando pasó por San Lázaro, un facilitador de las condiciones que Gallardo necesitaba para poder escurrirse con éxito en las “grandes ligas” de la política legislativa nacional. Generando alianzas claras y pagaderas en sólido y con factores de trascendencia “real” dentro de su círculo primario, el hoy Gobernador reclutó a un personaje con muchas más horas de vuelo, alcances y perspicacia que los incondicionales que le han ido acompañando en el camino desde hace más de 15 años y justo en ése perfil se reflejó Serrano.
Con la dominancia electoral alcanzada y su espejo evidente en la constitución de la próxima legislatura, Héctor llegará al Congreso hasta en la 3ª posición plurinominal del Verde, y justo desde esa movida reflejó su timing y manejo político: no fue postulado por el PT que no rinde, pero que evidentemente llegaría al menos con una posición, peor al “ceder” su espacio dominará naturalmente dos bancadas, no llegó en el primer puesto de los diputados del Verde con un espejeo prudente y respetuoso de otros cuadros, con lo que bajó el ruido de fondo de su postulación y dio un voto de confianza a la arrolladora verde a la que apostó, le salieron todas sus cuentas.
Aquí compartimos 4 preguntas indispensables para acompañar, con la pertinente reflexión del momento, la aparición de Serrano como el indiscutible nuevo “capo” del Congreso local.
1.- ¿Cómo reaccionarán los “otros” bandos del grupo verde que recelosos han visto en la figura de Serrano una competencia complicada de resolver por la atención e influencia en el Gobernador cuando se den cuenta que seguro dominará el Congreso?
2.- ¿Tendrá Serrano en la consciencia que el contundente resultado electoral reparte ganadores y apuntala candidatos a ocupar las marcas del arrancadero para el 27 y que su presencia los contrasta en negativo con él y puede hasta crisparles los nervios y no son precisamente muy duchos para la auto contención?
3.- ¿Sabrá Serrano que probablemente estemos frente al grupo de diputados y diputadas de más pobre perfil de la historia de San Luis Potosí y que habrá un desafío monumental en adiestrarlos en lo mínimo para que no hagan el ridículo?
4.- ¿Entenderá que el espíritu guachichíl del potosino bravo y guerroso tiene en su ADN un territorialismo tremendo y una afección a linchar a foráneos que quieran apoderarse de su terruño, pueden los políticos ser muy pendejos, pero a veces eso los hace todavía más peligrosos?
El camino está marcado, la “administración” de los poderes que el nuevo status quo Verde genera tiene a Serrano como uno de sus generales, la realidad a veces absursa pero siempre con una lógica propia marca la política potosina con reglas distintas que la de la mayoría del país, Héctor Serrano es