La competencia en el sector del fast fashion ha escalado a los tribunales estadounidenses, donde Shein ha presentado una demanda contra su rival Temu. En la denuncia, Shein alega que Temu ha llevado a cabo un esquema coordinado de violaciones de propiedad intelectual, incluyendo la falsificación de marcas y el robo de secretos comerciales. Según Shein, Temu estaría perdiendo hasta 30 dólares por cada venta realizada en Estados Unidos, lo que lo ha llevado a vender productos falsificados y de baja calidad para minimizar sus pérdidas.
Además, Shein acusa a Temu de confundir intencionadamente a los consumidores con anuncios engañosos y de contratar influencers para desprestigiar su marca. Temu, por su parte, ha rechazado las acusaciones, señalando que Shein está tratando de desviar la atención de sus propios problemas legales.
Este enfrentamiento legal es el más reciente en una serie de disputas entre ambos gigantes del fast fashion, que están luchando por el dominio del mercado norteamericano. La intensificación de la competencia ha coincidido con los esfuerzos de Shein por salir a Bolsa, enfrentando desafíos regulatorios que podrían llevarla a considerar otras opciones, como un debut en la Bolsa de Hong Kong.