La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que las empresas automotrices que operan en México no tienen intención de mover sus fábricas, pese a los nuevos aranceles del 25% impuestos por Estados Unidos a los autos.
Durante su conferencia de prensa matutina, Sheinbaum explicó que ha tenido contacto con los directivos de varias compañías del sector y que la mayoría le han dicho que no tienen planes de cambiar su ubicación. “Nos han dicho que no piensan en este momento cambiar nada y que tiene que asentarse la situación”, señaló.
Además, mencionó que mudar una planta automotriz no es algo que se haga de forma rápida ni sencilla. “Requiere mucho dinero y tiempo. No es cosa de meses, sino de años”, aclaró.
México está negociando con el gobierno estadounidense una posible reducción en los aranceles, no solo a los autos, sino también al acero y al aluminio. Para seguir con ese diálogo, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viajó nuevamente a Washington, donde se reunirá con el secretario de Comercio, Howard Lutnick.
Aunque México no está incluido en la lista principal de países a los que se aplican los aranceles del 10%, las restricciones específicas al sector automotriz sí afectan al país, que exporta cerca del 80% de sus productos a Estados Unidos.
En territorio mexicano operan grandes marcas internacionales como Ford, General Motors, Nissan, Volkswagen, Kia, Toyota y Mercedes Benz, que fabrican vehículos principalmente para el mercado estadounidense.
Por otro lado, Sheinbaum también se refirió a una posible acción militar estadounidense en México. Rechazó por completo la idea de que se utilicen drones para atacar a los cárteles, como ha sido reportado por medios en Estados Unidos. Dijo que eso sería una violación a la soberanía nacional y que “no resolvería nada”.
Esto luego de que la cadena NBC News informara que funcionarios militares y de inteligencia estadounidenses están considerando ese tipo de acciones para frenar el tráfico ilegal en la frontera.