De acuerdo a la Encuesta de desempleo del INEGI, en el último trimestre de 2012 algunos estados del país registran tasas de hasta el 6.3%, mientras que de los que tienen empleo, 29. 2 millones de personas trabajan en la informalidad.
Para que no caigas en estas cifras, te damos una lista de expresiones que debes evitar en tu contexto laboral:
1. “No es mi problema” / “No me pagan para eso” / “No es mi responsabilidad”. Negarte, parecer egoísta o despreocupado limita tus oportunidades futuras, pues da la impresión de que no puedes aceptar nuevas responsabilidades.
2. “No es justo”. Las injusticias se cometen a diario en todo el mundo y en el trabajo. Es probable que quejándote de ello no resuelvas nada y muy al contrario, te hagas de una imagen negativa.
3. “Es un idiota / “Es flojo” / “Este trabajo es horrible” / “Odio esta empresa”. Nada puede acabar más rápido con tu carrera que los insultos y las ofensas. Si hay alguna queja, lo mejor es hablar claramente sin ser agresivo.
4. “Siempre se ha hecho de la misma manera”. Esta frase refleja pocas posibilidades de innovación y parece que se está atascado en el pasado. Lo mejor es debatir los pros y los contras o ver los cambios con un enfoque diferente.
5. “Imposible” / “No puedo” / “No hay nada que pueda hacer”. ¿Ya se agotaron todas las posibilidades de solución? Estas palabras transmiten un ánimo pesimista y muy poca cooperación. En lugar de negarte, lo mejor es pedir ayuda, discutir sobre el problema o mostrar en cuánto se puede contribuir.
6. “Debiste de…” / “Hubieras”. Apelar a sentimientos de culpa en un ambiente de trabajo en equipo no es la mejor opción, aún otros sean responsables de alguna falla. En lugar de ello, enfócate en hablar del futuro en mejores términos para que la situación no se vuelva a presentar.
7. “Estoy muy ocupado” / “No tengo tiempo…” Incluso cuando es cierto, declararse imposibilitado para realizar una tarea, resta puntos a nuestra imagen. En lugar de eso, se puede reemplazar por algo como “Desde luego, ¿podemos discutirlo en cuanto termine esto?”.
Los malos hábitos son difíciles, pero no imposibles de eliminar. Aquí te compartimos algunos tips para mejorar la comunicación que mantienes con tus contactos laborales:
Graba tus conversaciones. Ya sea una charla telefónica o una junta, es poco frecuente que caigamos en cuenta del error porque nos escuchamos poco.
Escucha a los demás. A veces es más fácil encontrar la paja en el ojo ajeno. Encuentra estos errores en otros y analiza con cuidado la impresión que genera este tipo de lenguaje.
Pide ayuda a un compañero. Alguien que sea de tu confianza puede estar atento a tus conversaciones y enlistar los elementos negativos que encuentre en tu lenguaje.
“La discreción en las palabras vale más que la elocuencia.”
Francis Bacon
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