El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, informó que este 15 de septiembre no habrá festejos patrios y que la conmemoración del Grito de Independencia se limitará a un acto cívico protocolario con autoridades estatales y Fuerzas Armadas. Explicó que la medida busca proteger el bienestar y la seguridad de la población.
“Apelo a la comprensión de las y los sinaloenses y les invito a festejar en cada uno de nuestros hogares el orgullo de ser mexicanas y mexicanos”, expresó el mandatario en un mensaje difundido en redes sociales.
Este es el segundo año consecutivo en que la entidad suspende los eventos masivos por el Día de la Independencia. La decisión ocurre en medio de una ola de violencia que ha dejado un fuerte impacto en la vida cotidiana, con el cierre de negocios familiares y cambios drásticos en las rutinas de la población.
De acuerdo con un análisis de datos públicos realizado por CNN, los homicidios en Sinaloa aumentaron más de 400% en el último año. Especialistas aseguran que la violencia se intensificó tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada, considerado uno de los líderes históricos del Cártel de Sinaloa.
Zambada fue arrestado el 25 de julio de 2024 en El Paso, Texas. Tras su detención, se desató una guerra interna entre los “Mayitos” y los “Chapitos”, facciones rivales dentro del cártel, lo que ha derivado en enfrentamientos más frecuentes y sangrientos.
El propio Zambada, en una carta difundida por su abogado, acusó a Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo”, de haberlo engañado para que fuera detenido. Aunque la defensa de Guzmán López negó esta versión, lo cierto es que el conflicto entre ambos bandos se agudizó desde entonces.
El pasado 26 de agosto, Zambada se declaró culpable en una Corte Federal de Brooklyn, Nueva York, de asociación ilícita y de encabezar una empresa criminal dedicada al narcotráfico. Según los fiscales, estaba al frente de una red que enviaba grandes cantidades de drogas a Estados Unidos.
Mientras tanto, en Sinaloa la violencia no da tregua y las autoridades mantienen operativos en zonas de riesgo. La cancelación de los festejos patrios refleja la gravedad de la situación en un estado marcado por la disputa del cártel más poderoso de México.