Sismo de magnitud 4.0 sorprende a San Luis Potosí; sin reportes de daños

La madrugada de este 24 de octubre, un sismo de magnitud 4.0 con epicentro en el municipio de Cárdenas sorprendió a habitantes de San Luis Potosí, según el Servicio Sismológico Nacional (SSN).

El movimiento telúrico se registró a las 5:17 de la mañana, aproximadamente 57 kilómetros al sur de la capital potosina, con una profundidad de 16.1 kilómetros. Las coordenadas del epicentro fueron 21.483 grados de latitud y -99.653 de longitud, de acuerdo con el reporte preliminar del SSN.

Hasta el momento, no se han reportado daños ni afectaciones en la zona, aunque las autoridades recomendaron mantenerse atentos a la información oficial, ya que los datos del sismo podrían actualizarse conforme avancen los estudios.

El Servicio Sismológico recordó que no existe forma de predecir los sismos, y que México, por su ubicación geográfica, registra decenas de movimientos cada día, la mayoría de ellos imperceptibles para la población.

Por qué no siempre suena la alerta sísmica

Tras eventos como este, muchos ciudadanos se preguntan por qué no sonó la alerta sísmica. La explicación está en su funcionamiento: el sistema solo se activa cuando se detectan sismos fuertes dentro de su zona de cobertura.

La alerta opera gracias a 96 sensores distribuidos desde Bahía de Banderas (Jalisco) hasta el Istmo de Tehuantepec, pasando por regiones como Guerrero, Puebla y Oaxaca. Actualmente, solo ocho ciudades del país cuentan con esta cobertura, entre ellas Guadalajara, Morelia, Puebla, Oaxaca y la Ciudad de México.

Si el temblor ocurre fuera de esas áreas o muy cerca del epicentro, el sistema no alcanza a emitir la advertencia a tiempo, ya que las ondas sísmicas llegan casi al mismo instante que la señal.
La alerta sísmica es operada por el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES).

México, un país sísmico

México ha vivido algunos de los terremotos más impactantes de la historia, como los de 1985 y 2017, ambos ocurridos un 19 de septiembre. Sin embargo, el más fuerte registrado fue el del 28 de marzo de 1787, con una magnitud de 8.6 y epicentro en Oaxaca, que incluso provocó un tsunami que avanzó 6 kilómetros tierra adentro.

De acuerdo con estudios del CIRES, la Brecha de Guerrero continúa acumulando energía, lo que podría dar lugar a sismos de gran magnitud en el futuro.

Aunque la mayoría de los movimientos son leves, los expertos insisten en la importancia de mantener la calma, seguir los protocolos de seguridad y atender solo fuentes oficiales cuando se registre un temblor.

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