Soñar con sismos o terremotos es una experiencia común en México, país donde la actividad telúrica es parte de la vida cotidiana. Sin embargo, estos sueños no solo reflejan eventos pasados; también funcionan como un “acertijo” que revela el estado interno de la mente, explica la psicóloga Luz Gabriela Camarena Trinidad, experta en psicoanálisis.
La especialista señala que el simbolismo de un sismo es altamente individual. “Si mucha gente sueña con un sismo, no representa lo mismo. En cada persona cobra un significado distinto, por lo que se debe individualizar la interpretación y no limitarse a un solo simbolismo”, afirma.
Según Camarena, el verdadero significado de estos sueños se encuentra en la “realidad interna” de cada persona y no necesariamente en haber vivido un terremoto real. Aunque un sismo externo puede intensificar conflictos internos, lo que más influye es la historia de vida y experiencias individuales: relaciones familiares, infancia, adolescencia y eventos significativos que moldean la mente.
El nivel de destrucción en el sueño suele reflejar la magnitud del conflicto interno. Por ejemplo, un terremoto que derrumba casas o edificios podría simbolizar la sensación de colapso en áreas personales, familiares o profesionales. La especialista destaca algunos significados frecuentes:
- Inestabilidad emocional: “Un terremoto nos puede hablar de una persona inestable y con mucha ansiedad que no puede canalizar sus emociones”.
- Enojo reprimido: “Un temblor en un sueño nos puede hablar de una persona muy enojada que con su enojo puede destruir a otros o destruirse a sí mismo”.
- Oportunidad de cambio: “Incluso un temblor pudiera representar para alguien una forma de iniciar desde cero y reconstruirse y hacer cambios positivos”.
En los sueños donde se logra sobrevivir al sismo, el significado depende del contexto del soñador. Puede reflejar resiliencia, capacidad de enfrentar problemas o, en otros casos, una sensación de desvalimiento frente a la adversidad. Camarena advierte que los sueños caóticos o pesadillas suelen surgir cuando la mente no logra procesar adecuadamente las emociones durante el descanso.
“La mente puede mandar contenido de manera que no cause angustia, pero cuando un sueño se vuelve pesadilla es porque no se procesaron bien las emociones”, explica la psicóloga. Personas con ansiedad, por ejemplo, pueden experimentar insomnio porque evitan enfrentarse a su mundo interno, sintiéndolo como “una casa del terror”.
Aunque septiembre es un mes donde los simulacros y las alertas sísmicas recuerdan los terremotos históricos de 1985, 2017 y 2022, la exposición a estos eventos no necesariamente provoca sueños sobre sismos en todos. “La realidad externa no siempre impacta directamente en el mundo interno”, aclara Camarena.
Por eso, si los sueños recurrentes generan angustia o interfieren con la vida diaria, la especialista recomienda acudir a tratamiento psicológico. Un análisis profesional permite comprender los sueños en el contexto del psiquismo individual y facilita procesar conflictos internos de manera saludable.
En definitiva, soñar con terremotos es un reflejo de cómo la mente intenta lidiar con emociones, tensiones o cambios significativos en la vida, y no solo un recuerdo de lo que ocurre en el mundo exterior.