Las intensas lluvias derivadas de la tormenta tropical Barry causaron estragos en diversas regiones de San Luis Potosí, dejando un saldo trágico de dos personas fallecidas, cientos de viviendas afectadas y múltiples incidentes en vialidades.
Aunque Barry no impactó directamente al estado, su influencia fue suficiente para provocar desbordamientos, deslaves, anegamientos y caos vehicular en la capital, la Zona Media y la Huasteca.
En Santa María del Río, dos jóvenes perdieron la vida al ser arrastrados por la corriente de un río mientras viajaban en un vehículo tipo RZR. Además, colapsó una barda perimetral debido al reblandecimiento del terreno.
En Tamazunchale, uno de los municipios más afectados, se reportaron más de 400 viviendas dañadas, 15 vehículos con pérdidas, y niveles de agua de hasta 1.60 metros tras el desbordamiento de un arroyo. Autoridades habilitaron refugios temporales en la Escuela Primaria Buenos Aires, la Unidad Deportiva y la Presidencia Municipal, donde fueron alojadas 33 familias.
La emergencia también se vivió en redes sociales, donde se compartieron llamados de auxilio, como el de una mujer que pedía ser rescatada desde su azotea junto a tres menores atrapados por la inundación.
El alcalde Adelaido Cabañas fue increpado por habitantes, quienes reprocharon la falta de acciones preventivas pese a la advertencia de temporada de lluvias, y acusaron a un exalcalde —hoy desarrollador inmobiliario— de favorecer construcciones que agravan el problema.
También se registraron afectaciones en Axtla de Terrazas, San Antonio y Coxcatlán. La Secretaría de Educación de Gobierno del Estado (SEGE) suspendió las clases por toda la semana en los municipios con mayores daños, debido a afectaciones en varios planteles.
En la capital potosina, la situación no fue diferente: las lluvias colapsaron importantes vialidades y provocaron múltiples rescates. En la glorieta del Real Inn, un automóvil quedó completamente atrapado bajo el agua, obligando a los servicios de emergencia a intervenir para rescatar al conductor. En distintos puntos de la ciudad se reportaron vehículos varados, embotellamientos severos y avenidas convertidas en auténticos ríos.