Recientes estudios internacionales sitúan a México en el primer lugar en incidencia de bullying, revelando que 7 de cada 10 estudiantes sufren algún tipo de violencia escolar. Esta alta cifra pone en evidencia la gravedad del problema también en San Luis Potosí, donde la violencia en las escuelas podría estar subestimada.
El 64.1% de las víctimas de violencia escolar son hombres. Según datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) y los Registros de Lesiones 2010-2023 de la Secretaría de Salud, en 2023 se registraron 943 casos de violencia física en escuelas, de los cuales el 64.1% fueron hombres y el 35.9% mujeres. Además, la mayoría de las víctimas eran adolescentes de entre 12 y 17 años (67.6%), mientras que un menor porcentaje tenía entre 6 y 11 años (28.5%) y solo el 3.9% eran niños de 1 a 5 años.
La violencia escolar, conocida como bullying, se ha convertido en una problemática prominente en el sistema educativo potosino. Muchas veces, las víctimas prefieren no denunciar y optan por cambiar de escuela para evitar más conflictos.
El impacto de las redes sociales ha exacerbado el problema, al facilitar la difusión de videos y casos de bullying, que se viralizan rápidamente. Según Nallely Patricia García Cubría, psiquiatra y psicóloga infantil de la Clínica Psiquiátrica ’Dr. Everardo Neumann Peña’, las agresiones incluyen violencia verbal, psicológica y física, afectando gravemente el desarrollo emocional y académico de los estudiantes.
La Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (SEGE), liderada por Juan Carlos Torres Cedillo, ha tomado medidas al cesar a cerca de 60 trabajadores de la educación en los últimos tres años debido a casos de acoso escolar. A pesar de los esfuerzos continuos para prevenir el bullying, la SEGE sigue enfrentando numerosas observaciones por parte de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, reflejando la magnitud del problema en los más de 850,000 estudiantes del estado.
La psicóloga Karla Sheila Madrigal destacó la importancia de la vigilancia de tecnologías y aplicaciones digitales, ya que estas herramientas también pueden ser usadas para el acoso escolar. La era digital ha creado nuevos espacios donde el bullying puede ocurrir sin las barreras físicas del entorno escolar, lo que hace crucial que los padres supervisen tanto el uso de internet como el entorno escolar de sus hijos.
Los daños más comunes causados por la violencia escolar incluyen contusiones (48.4% en mujeres y 53% en hombres), heridas (5.9% en mujeres y 11.8% en hombres), fracturas (5.6% en mujeres y 9.9% en hombres), malestar emocional (12.7% en mujeres y 4.3% en hombres), entre otros.
