San Luis Potosí se encuentra en espera de la legislación que permitirá la interrupción legal del embarazo hasta las 12 semanas, un proceso que los Servicios de Salud del Estado están preparados para llevar a cabo una vez que se despenalice. La directora general, Elizabeth Dávila Chávez, aseguró que la infraestructura hospitalaria y el personal médico están capacitados para realizar el procedimiento de manera segura.
Durante su comparecencia ante el Congreso del Estado, Dávila Chávez subrayó que ya se atienden casos relacionados con riesgos para la vida de la madre, violación e inseminación no consentida. Sin embargo, destacó que los médicos actuarán bajo un marco ético y legal, esperando a que el Congreso finalice las leyes secundarias y la reforma constitucional, con plazos que van hasta el 26 de noviembre y el 15 de diciembre.
El delegado del IMSS Bienestar en San Luis Potosí, Daniel Acosta Díaz de León, confirmó que la atención se brindará una vez que se apruebe la ley.