San Luis Potosí lleva diez años de retraso en movilidad. Pese a que en el 2013 el gobierno del Estado pagó por un costoso estudio que justificaba en que calles se deberían de colocar ciclovías, la autoridad no ha atendido las recomendaciones de los especialistas.
Es urgente una instancia dedicada a la movilidad, para que comience la intervención de las calles y la añadidura de espacios propicios para el ciclista y el peatón; y no se siga perpetrando la preferencia por el vehículo de cuatro ruedas.
Hoy lo más cercano que tiene la Zona Metropolitana potosina es el Instituto Municipal de Planeación (Implan), y pese a que ya cumplió medio año de su reactivación (luego de que fuera anulado los tres años de la administración gallardista), académicos y estudiosos del tema aseguran que no ha mostrado interés por hacer tangibles los proyectos de movilidad, que lamentablemente sólo quedan en documentos.
El Implan es ese puente entre la academia y el gobierno, y aunque sí se han dado ciertos acercamientos, “definitivamente es incuestionable que ya casi son seis meses de que inició, es un sexto ya de la administración y aún no se concreta ningún proyecto en el tema de desarrollo urbano, entonces definitivamente ha sido un proceso lento, tal vez derivado de que durante tres años no operó, que tuvo que tener una reorganización”, señaló Benjamín Alva Fuentes, urbanista de la Facultad del Hábitat de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
El académico señaló que desde el 2013 se presentó un plan que determinaba qué calles podían ser ciclovías y hasta la fecha no se ha hecho ninguna; “entonces prácticamente seis años de retraso, donde ya había un estudio específico para las ciclovías y que no hemos hecho nada al respecto”.
El gobierno estatal pagó por un Plan Integral de Movilidad Urbana Sustentable (PIMUS), que no sólo especificaba la viabilidad de las zonas para colocar infraestructura para los ciclistas, sino que también justificaba el porqué era necesario instalar otras modalidades de transporte.
“No tenemos una acción importante para intentar resolver este tema de los flujos de las personas que se ha incrementado”.
Además del estudio que definía una serie de ciclorutas, para que en la ciudad se pudiera ceder un espacio seguro para que los ciclistas pudieran transitar sin temor a ser atropellados, hay leyes que obligan a San Luis Potosí a construir espacios propicios para los ciclistas, como la Ley General de Asentamientos Humanos que se modificó en el 2016; y la Ley Estatal de Asentamientos Humanos que se modificó en el 2018, y que establece la obligatoriedad para colocar espacios propicios para el uso de la bicicleta.
La falta de instituciones propias de movilidad provoca que no exista un responsable en términos de ley, que vigile el cumplimiento y mejora de movilidad activa, dijo.
En un foro realizado en la UASLP, el Implan (que fue uno de los invitados) señaló que colectivos y académicos podían mandar sus propuestas y que éstas serían analizadas en un plazo de 15 días.
Una de las propuestas que se presentó fue la “Estrategia de Movilidad Urbana Sustentable de San Luis Potosí”, a cargo de Agenda Ambiental de la UASLP, que propone una Ciclo Ruta Universitaria como proyecto insignia, la intervención vial de Zona Universitaria Poniente y la intervención vial de la Zona Centro.
El objetivo de este proyecto es generar una ruta de infraestructura cicloincluyente que pueda servir como modelo de gestión, diseño e implementación participativa para futuros proyectos urbanos más humanos y competitivos.
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