El Teatro Alarcón, un emblemático edificio con gran historia, se encuentra en un estado de deterioro notable, especialmente en su fachada. A pesar de su importancia cultural, hasta ahora solo ha sido evaluado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Unidad Municipal de Protección Civil de la Capital y la Dirección de Administración Urbana.
El daño en el inmueble es evidente, con un muro lateral afectado por la humedad, la temperatura y el salitre, que han acelerado su desgaste. La fachada también muestra desprendimientos de cantera, tanto antiguos como recientes, y restos de concreto de restauraciones previas.
Diversas autoridades han inspeccionado el teatro, incluyendo Enrique Milán de la Unidad Municipal de Protección Civil, la arquitecto Begoña Garay del INAH y Jorge Cortés Ortega en representación de la Dirección de Administración y Desarrollo Urbano del Ayuntamiento. Su objetivo es evaluar las condiciones del edificio y de las viviendas adyacentes.
Ascensión Castillo, exintegrante de la Sección 5 del Sindicato de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos de la República Mexicana, subrayó la necesidad de no tomar decisiones sin el respaldo de estas autoridades. “Ellos deben determinar qué se necesita para restaurar el teatro y cómo llevar a cabo esos trabajos. Necesitamos su apoyo, porque nosotros, ¿de dónde vamos a sacar para reparar?”, comentó.
La fachada del Teatro Alarcón muestra claros signos de desgaste en la cantera, con diferencias de color debido a la reposición de piezas y capas de concreto rosado que, décadas atrás, se utilizaron para restaurar las partes más afectadas. Este deterioro ha llevado a la comunidad a solicitar el apoyo necesario para preservar este importante patrimonio cultural.