Mientras más se acerca una de las fechas que a muchas de nosotras nos revuelve el estómago y nos hace un nudo en la garganta, decido tomarme el tiempo de reflexionar lo que significa ser una mujer en la comunidad universitaria.
Cuando hablamos de “nosotras ” como alumnas y compañeras, podemos llegar a pensar en lo que significa ser mujer en un espacio que no fue creado para nosotras, y que de todas formas logramos tener un lugar, en el, y sobre todo una voz en este espacio.
En nuestra cotidianidad, nos es normal formar parte de la comunidad universitaria siendo mujeres, pero eso no deja de lado voltear a ver el obstáculo que vivimos para ser respetadas y valoradas dentro de. Nosotras, universitarias seguimos luchando por pertenecer. No es tan fácil que se nos tome en cuenta absolutamente, sigue existiendo la discriminación de género, la violencia a las mujeres.
No somos ni la primera, ni la última generación en escuchar y vivir situaciones machistas dentro de este espacio, un espacio que debería de ser seguro para nosotras. Todos los días como mujeres y universitarias necesitamos más méritos para demostrar que merecemos ser parte y que se nos trate con dignidad e igualdad.
Este 8 de marzo, recordemos a las que vinieron antes de nosotras, las que lucharon por que hoy en día tengamos la oportunidad de decidir sobre nuestros estudios y nuestro desarrollo como personas. Sigamos luchando por las que vienen después, para que las siguientes generaciones de mujeres en estudios superiores no necesiten demostrar con méritos extraordinarios el lugar que se merecen en la comunidad estudiantil. Este 8 de marzo no nos quedemos calladas y seamos parte del cambio con nuestro granito de arena y demostremos que no estamos aquí por suerte, estamos aquí por que tenemos más que ofrecer, si se nos dan los espacios y las oportunidades.
Reno Ortíz
