Toño, Diego, Yoalli y Erick no pasan de los 15 años. Hoy, gracias a su dedicación y esfuerzo, poseen los conocimientos de un estudiante del 4° Semestre de alguna carrera de Ingeniería, y están a un paso de China, para competir con las grandes potencias y dejar en alto el nombre de México y de San Luis Potosí, porque ellos, los llamados “ChaBots” son potosinos… y aman la robótica.
Astrolabio Noticias se entrevistó con uno de sus profesores, Rodrigo Molina quien es Ingeniero en Mecatrónica y que, como maestro orgulloso de estos chicos, nos platicó acerca de su formación dentro de “Intelirobot”, la escuela que vio nacer a los “ChaBots”.
El sitio de entrenamiento; la cancha “Intelirobot”.
La escuela nace hace aproximadamente 6 años, gracias a uno de los maestros del profesor Molina, que asistió con un grupo de alumnos al concurso que les dio el pase internacional a los “Chabots”. En ese tiempo, el equipo participante también logró obtener el segundo lugar a nivel nacional. Por lo tanto, este hecho alentó al profesor a fundar un espacio en San Luis Potosí donde se impartieran clases de robótica.
El crecimiento de la institución ha sido muy grande. Es un espacio de esparcimiento, más que una escuela con todos sus protocolos. Rodrigo comenta que acuden niños que van desde los 4 y hasta los 18 años o más. Niños que gustan de explorar el interior de los aparatos electrónicos, que al ingresar a la escuela descubren lo divertido que es comprender su funcionamiento, sin que esté mamá reprendiéndolos por haber “descompuesto” el aparato.
Durante los primeros meses después de su ingreso, aprenden con una versión de Lego para crear robots; así, arman y diseñan sus propias creaciones. De esta manera se les imparten las primeras clases de mecánica y programación. Posteriormente, les ofrecen talleres como mecatrónica, donde ya ven aspectos más avanzados que involucran áreas de electrónica, microcontroladores, mecánica y construcción.
Pero también habrá alumnos más inclinados por la informática y la programación. A ellos se les imparten talleres de creación de videojuegos, aplicaciones para Android y programación avanzada.
El proceso de aprendizaje se basa en el Construccionismo, idea que asegura que las personas aprenden haciendo cosas físicas, alejándose de la mecánica tradicional de las escuelas; así que a través de la construcción de objetos físicos y virtuales como un programa informático, los alumnos de esta escuela aprenden sin necesidad de verlo como una obligación.
Perfil de los integrantes. Un equipo comprometido.
El grupo de los “Chabots” está integrado por Toño y Erick, cuya pasión es la construcción y el diseño mecánico. Y se complementa con Yoalli y Diego, programadores. Ellos forman el orgulloso equipo potosino que logró llevarse el primer lugar en el Torneo Mexicano de Robótica 2015.
Rodrigo Molina cuenta que como maestro, sabe detectar cuando uno de sus alumnos sobresale entre los demás. Pero añade que además de la inteligencia superior que los “ChaBots” poseen, cuentan con una personalidad única, y una disciplina y dedicación que, en conjunto, los han llevado al sitio donde se encuentran ahora.
Formación para el Torneo.
Todos comenzaron construyendo sus primeros robots de Lego, y programando con un lenguaje muy básico; sin embargo, al ir avanzado, las cosas se vuelven, lógicamente, más complicadas. Después de terminar con la programación en código, el equipo se dividió. Toño y Erick se inclinaron por mecatrónica, donde aprendieron cuestiones de arduino (pequeña placa con microcontrolador donde aprenden cómo programarlo, hacer circuitos electrónicos y crear interfaces entre la placa y el robot); actualmente se encuentran en un curso similar al arduino, pero usando una microcomputadora con puertos USB en una placa. También están aprendiendo un nuevo lenguaje de programación.
Por su parte, Yoalli y Diego se encuentran más enfocados en el área de programación. “Me atrevo a decir que saben más lenguajes de programación que yo”, comenta Rodrigo. “Programan en los básicos de robótica, pero están aprendiendo Phyton, C++, Java y otros.
“Ven temas de nivel Universitario. Probablemente ya les ganen en conocimientos a un alumno de los primeros semestres de informática e Ingeniería”.
¿De dónde nació el nombre para el equipo?
“Es una razón muy curiosa”, señala Rodrigo; “Existe otro concurso de robótica al que también queríamos asistir, pero por problemas de organización, las fechas de éste y del TMR se interponían. Pensamos en pedirles amablemente que cambiaran la fecha, y los maestros comentamos en su sitio de Internet si existía esa posibilidad. Pero no hubo respuesta alguna y optamos por usar la fuerza ruda; solicitamos a los alumnos que nos ayudaran comentando en los posts y lo hicieron de la mejor manera. Incluso amigos y familiares de ellos se unieron comentando. Nosotros, los maestros, comenzamos a bromear diciendo que eran nuestros “bots”.”
Cuando llegó el momento de la inscripción al Torneo, así decidimos bautizarlos: Los ChaBots.
Una escuadra robótica.
Para el TMR, los ChaBots crearon un par de robots que juegan futbol. Pero no imagines los que las películas y caricaturas nos han forjado en la mente. Éstos son unos pequeños móviles con llantas y diversos sensores, que permiten detectar la pelota, saber hacia dónde está la portería del equipo contrario y la propia, para no hacer autogoles; también poseen sensores dirigidos hacia el suelo para que no se salgan de la cancha en la que están jugando. El “balón” es una pelota especial que emite luz infrarroja.
“De ahí en fuera, todo es como en el fútbol. Gana el que mete más goles”.
Eliminación Nacional.
La final llegó de una serie de partidos invictos por los Chabots. El último estado que cayó ante el equipo potosino fue Veracruz.
Se contó con la participación de la Ciudad de México, Guadalajara, Puebla, DF, Campeche, entre muchos más. El TMR es el torneo de robótica más importante y asistido a nivel nacional, ya que no restringe edades. Existen competencias para niños de 9 años y hasta para personas con estudios de doctorado.
“Los ChaBots participaron en la categoría de Robocup Soccer Junior. Pero las 3 categorías donde participaron alumnos de Intelirobot, ganaron. Nos llevamos los 3 primeros lugares. Es el mejor resultado que San Luis ha tenido en esta competencia”.
Adrenalina en la cancha.
“La verdad estuvo muy cardíaco”. Rodrigo asegura que la presión y adrenalina que han de haber pasado los alumnos durante los 3 días que duró la competencia no es nada fácil. Pero sus resultados fueron excelentes: nunca perdieron un partido y fueron los únicos que no se metieron “autogol”.
“Salieron temblando del último partido”. Estaban muy emocionados por haber logrado el triunfo a nivel nacional”, recuerda el maestro.
Rumbo a la final.
El pase para el Concurso Internacional los tiene en un nivel donde el estado y el país deben de estar orgullosos. La Robocup es el nombre del concurso que se llevará a cabo en el mes de Julio en China, con la participación de 60 países como Japón, Corea, Alemania, España entre muchos más.
“El nivel internacional de competencia es muchísimo más alto que el nacional. Los países que participarán construyen robots muy buenos, pero los chicos ya están comenzando de cero y trabajando fuertemente para este concurso”; actualmente se encuentran en una fase de diseño de toda la mecánica y electrónica del robot. Están aprendiendo a utilizar un software nuevo y otras cosas para sacar adelante este nuevo reto en China, donde estaremos de 8 a 10 días aproximadamente.
El objetivo final de Robocup, es crear una escuadra robótica que compita contra los mejores jugadores de fútbol en el año 2050.
La mejor porra: sus padres.
Los chicos ya están “fogueados”. Su profesor cuenta con orgullo que no es el primer concurso en el que alguno de los cuatro participa. “No es algo de suerte; se han esforzado durante más de 4 años para llegar a este punto”.
Por otro lado, el apoyo de los padres de Yoalli, Erick, Toño y Diego es y ha sido siempre incondicional. Para el concurso a China, ya se encuentran tramitándoles su pasaporte y demás documentos que necesitan para viajar.
“Tal vez no sean el único equipo de robótica en el país, ni tengan los mejores medios; pero yo los conozco y sé que se han esforzado los suficiente”.
Un futuro prometedor.
Ante la pregunta de cómo vaticina el futuro para estos grandes talentos, Rodrigo bromea: “Espero que algún día sean millonarios y me den trabajo… No sé, de momento van muy bien y en un futuro, ellos pueden hacer lo que quieran”.
Señala que los cuatro están muy interesados en estudiar una ingeniería. Erick y Toño quieren ser Ingenieros en Mecatrónica, mientras que Yoalli y Diego definitivamente se inclinan por la programación.
Un talento que no se respalda.
Rodrigo lamenta y compara el poco apoyo que la Ciencia y Tecnología recibe por parte de México, en comparación con potencias mundiales.
“Aquí los recursos de ciencia y tecnología se dirigen a centro de investigación, que no es que no hagan su trabajo, pero deben hacer uso de todo el conocimiento que se está generando, pero no es así; la fuga de cerebros es una consecuencia lógica de todo eso”.
Espera que los ChaBots se queden en México y puedan desarrollar todo su potencial aquí. Pero no descarta que en algún momento se vayan a Estados Unidos o Europa, donde recibirán una formación de mayor calidad.
Aprendiendo de los alumnos.
Con más de 7 años dando clases, Rodrigo cuenta el mayor aprendizaje que ha obtenido de sus alumnos, incluso de los más pequeños:
“Agradezco de dar clases a niños chiquitos porque te das cuenta de cómo el sistema educativo va modificando tu carácter conforme vas creciendo; pierdes muchas cosas al salir de tu infancia”.
“Cuando le pregunto alguna cuestión a un niño y un universitario, la diferencia de respuesta es enorme y se obtienen los mismos resultados. Un niño contesta con las ideas más locas y originales. Eso lo vamos perdiendo poco a poco”.
“Ahora, cuando me piden resolver un problema, trato de pensar como lo haría un niño”.
Fuente: Astrolabio