Desnuda (en tanga, sea por Dios), drogada, alcoholizada y víctima de una descomunal excitación (todo eso lo afirmó su suegra en un video) Sonia Mendoza acudió a la casa de los padres de su esposo para escandalizar la vivienda lanzando piedras y gritando vulgaridades propias de una meretriz, para enseguida agredir físicamente a ambos suegros (ya de la tercera edad) y a su marido, mariachi de profesión.
Ante semejantes evidencias cualquiera diría que es una mujer de muy baja estofa y sin mérito alguno para ocupar la titularidad del Poder Ejecutivo de San Luis Potosí, pero debo decir que esa desagradable muestra de su ralea no es el verdadero peligro que representa Sonia Mendoza, sino el proyecto de quien la dominaría en una eventual victoria en las próximas elecciones.
Coincido absolutamente con la opinión del señor notario Eduardo Martínez Benavente cuando afirmó que la posible llegada de Sonia Mendoza a la gubernatura implicaría el regreso de Marcelo de los Santos Fraga y sus secuaces como verdaderos patrones de la ahora candidata y mandamases de esa administración.
Pero ese peligro de tener como jefe a Marcelo de los Santos se convirtió en menor cuando hace algunos días Sonia Mendoza mostró en público su abierta cercanía y empatía en estrategia de gobierno con el expresidente Felipe Calderón, personaje de terror que ya pasó a la historia por convertir a nuestro país en una gigantesca morgue, pues fue quien nos hundió en una espeluznante pesadilla de la que no encontramos la salida, quien nos sometió al cotidiano de cabezas humanas en hieleras, desmembrados, cuerpos cocinados en tambos, sangrientas balaceras, fosas multitudinarias y clandestinas, militares en la cárcel, niños y mujeres asesinados a sangre fría.
El peligro inminente es la implementación en San Luis Potosí del “combo del genocida” patentado por Felipe Calderón, consiste en que una vez ganada la elección se le declare la guerra al crimen organizado para de inmediato sembrar terror, de tal suerte que la economía y los demás temas sociales y de gobierno pasen a ser boberías ante la urgencia de salvar a la gente de la masacre; gasto exorbitante y sin escrutinio en seguridad pública ante la indiscutible emergencia; captura de pandilleros simulando ser jefes de importantes bandas y asesinato de civiles bajo el argumento de ser criminales ¿a poco Usted ya lo olvidó?
Pero el “combo del genocida” también incluye la estrategia para que una vez terminada la gestión se vaya el gobernante y su familia a vivir al extranjero (como lo hizo Felipe Calderón que actualmente vive refugiado en Estados Unidos) con una fortuna incalculable, contemplando desde muy lejos y a salvo la tragedia y el caos provocados, colgándose el falso slogan de valentía.
Nada tiene que sumar o restar en esta elección la apariencia autóctona de Sonia Mendoza que infructuosamente trató de simular en sus imágenes espectaculares; tampoco su irremediable mal gusto o falta de refinamiento, ni sus ridículos apodos o su sonsonete pueblerino, porque al final las personas no deben ser sobrevaloradas o menospreciadas por semejantes trivialidades.
Lo que sí debe ser tomado en cuenta es su falta de nivel político y empaque personal; su baja calidad humana y su evidente resentimiento social; su explosividad, proclividad a la violencia y ánimo de revancha; su nula productividad en los cargos públicos que ha ocupado y su falta de proyecto de gobierno.
Pero sobremanera debemos repudiar la posibilidad de convertir nuestro estado en un baño de sangre a partir de la implementación de los perversos métodos de gobierno del grupo que encabeza Felipe Calderón, fórmula que ya públicamente anunció Sonia Mendoza al declararse aliada, socia y seguidora del expresidente que –tarde o temprano– será juzgado por genocidio y delitos de lesa humanidad.
Jorge Casillas Ramírez
twitter:@Casillas33
CHICANERÍAS
He sabido que muchas gentes que colaboran en la CEGAIP han prendido veladoras y ofrecido rosarios para que ya por fin se resuelva la salida de Claudia Elizabeth Ávalos Cedillo de esa Institución; aparentemente se distingue por ser todo, menos humilde, prudente y mesurada, dicen.