La muerte de Liam Payne, ocurrida el pasado 16 de octubre en un hotel de Buenos Aires, sigue generando conmoción y nuevas revelaciones. Esta semana, un joven de 21 años, señalado como el segundo implicado en el suministro de drogas al cantante, se presentó voluntariamente ante las autoridades en el Departamento de Policía de Barracas. Su entrega marca un paso más en el proceso que busca esclarecer los hechos.
Este avance se da tras la detención de Braian Paiz, de 24 años, quien ya había sido procesado por presuntamente proveer cocaína al artista británico. Paiz aseguró en una entrevista con Telefe Noticias que estuvo en la habitación del cantante y reconoció haber consumido drogas con él, pero negó que hubiera vendido las sustancias. “Pasamos la noche, nos drogamos, porque es la realidad, pasó algo íntimo”, declaró el joven.
A pesar de estas afirmaciones, la fiscalía y la jueza Laura Bruniard desmintieron su versión tras analizar evidencias como conversaciones y grabaciones. Según las investigaciones, quedó comprobado que la entrega de la droga incluyó un intercambio de dinero.
El caso ya cuenta con cinco personas procesadas, mientras las autoridades argentinas intensifican los esfuerzos para esclarecer las circunstancias que llevaron al fallecimiento del exintegrante de One Direction. Aunque aún hay interrogantes por resolver, la entrega voluntaria del segundo implicado es vista como un avance clave en el caso.
La pérdida del cantante no solo impactó a sus seguidores, sino que también puso de relieve los peligros asociados al consumo de sustancias ilícitas, impulsando el debate sobre la responsabilidad en su distribución y uso.