SpaceX logra un desafío histórico en la ingeniería aeroespacial

En un increíble reto de precisión, enormes brazos mecánicos capturan el propulsor del cohete Starship tras su despegue

En un logro impresionante, SpaceX lanzó con éxito su enorme cohete Starship el pasado domingo en una prueba de vuelo que marcó un hito en la historia de la ingeniería espacial. Lo más sorprendente fue la captura del propulsor de la nave, realizada por enormes brazos mecánicos instalados en la plataforma de lanzamiento.

El cohete, con una altura de casi 121 metros, despegó desde el sur de Texas, cerca de la frontera con México, siguiendo una trayectoria similar a los cuatro lanzamientos anteriores, donde los propulsores se destruyeron o cayeron al mar. Sin embargo, esta vez, SpaceX superó el desafío.

Elon Musk, fundador y director general de la compañía, decidió aumentar la dificultad del vuelo. Siete minutos después del despegue, el propulsor de la primera fase, de 71 metros de largo, regresó a la plataforma de lanzamiento, donde fue atrapado por los gigantescos brazos metálicos de la torre, apodados “palillos chinos”.

“¡La torre ha atrapado al cohete!”, celebró Musk en la red social X, mientras los empleados de la empresa vitoreaban con entusiasmo al ver cómo el propulsor descendía lentamente en los brazos mecánicos.

Dan Huot, vocero de SpaceX, expresó su asombro por el logro: “Incluso en esta época, lo que acabamos de ver es magia. Estoy temblando en este momento”. Por su parte, Kate Tice, desde la sede en California, señaló que este era “un día que quedará registrado en los libros de la historia de la ingeniería”.

El éxito del aterrizaje dependió de una cuidadosa decisión en tiempo real, tomada por el director de vuelo de SpaceX. Si las condiciones no hubieran sido óptimas, el propulsor habría terminado en el Golfo de México como en pruebas anteriores. Afortunadamente, todo estuvo en orden para realizar la hazaña.

Mientras tanto, la nave espacial de acero inoxidable continuó su viaje alrededor del mundo, con un amerizaje controlado planeado en el océano Índico. Este vuelo se esperaba que durara poco más de una hora.

Este logro se produce después del vuelo de junio, que casi se completó con éxito, y tras varias mejoras en el software y en el escudo térmico de la nave, que incluyeron la modificación de sus placas térmicas. SpaceX sigue rompiendo barreras en la exploración espacial.

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