Con la ausencia de funcionarios del gobierno municipal, y sin haber mostrado los permisos correspondientes a la obra, ayer un perito federal recorrió y examinó la edificación de la subcomandancia centro, corroborando algunos de los cambios en el plan, como la inexistencia de los separos, aunque sí se vio que se construyó una armería, contraviniendo los anuncios oficiales de que dicho edificio no representaría riesgo alguno. El peritaje se llevó a cabo con la presencia sólo de padres de familia y dos arquitectos de la constructora.
Desde las 10 de la mañana en la edificación que se encuentra enfrente de la primaria Morelos, un perito federal con identificación de la Procuraduría General de la República se presentó ante los empleados y encargados de la construcción, quienes a su vez llamaron a los arquitectos de la empresa encargada de la obra. Aseguraron que, a pesar de que en medios y mediante oficios ya se había advertido a las autoridades municipales de dicho peritaje, no tenían conocimiento de dicha acción pero la permitieron al encontrarse todos los documentos del perito en regla y no estar presentes los funcionarios de la alcaldía capitalina para negar o impedir la entrada del funcionario federal.
Al efectuar un recorrido por toda la obra, se solicitaron los planos actuales de la misma, los cuales debieron irse a buscar a la oficina de la empresa, al igual que los permisos de construcción, que tampoco se tenían ni como copia en la obra. A pesar de esto, en el tiempo que tardaban en traer los documentos el perito prosiguió con la inspección, destacando los detalles de que, tal y como el gobierno municipal dijera, se habían descartado los separos para la comandancia, aunque aún con lo dicho previamente, aún se mantiene una armería sólidamente construida.
Además, se supo que en una parte de la construcción se ha estado fortificando más, debido a que apareció un venero temporal de agua, producto de la geología local. “Este terreno tuvo muchos problemas por eso, porque la compactación se hace difícil cuando son gravas y arenas donde se construye, señalaron los arquitectos presentes”.
Una vez terminada la diligencia, los padres de familia advirtieron que a primera vista existían varias irregularidades, como el hecho de que no hubiera trabajadores con casco y equipo de seguridad, además de que mientras iban entrando, hacia la calle de Reforma estuvo cayendo material de construcción sobre la vía pública y los peatones que por ahí transitaban. De la misma manera, se podía ver a varios niños en la edificación, haciendo pequeños trabajos. Se desconoce la situación de estos niños, si eran hijos de los trabajadores, aunque eso no los exenta de usar equipo de seguridad, o si en efecto trabajan en el sitio.
Una vez terminado el peritaje, el encargado llegó con los supuestos permisos, pero el mismo perito advirtió que no son los papeles que necesitan para avalar la construcción, pues lo que le mostraron eran sólo papeles de solicitud de permisos de construcción. Con esto y los planos, tanto perito como los padres de familia se retiraron del lugar.
“Ahora que ya se probó lo que hay y lo que no hay, tenemos un piso más firme para los reclamos”, señaló Raúl Espínola, asesor legal de los padres de familia. Ahora ya se probó que hay una armería, que habrá pistolas y balas en un espacio muy cercano a una escuela primaria, lo que va contra las disposiciones de Sedesol; se probó que no hay separos, afectando el plan original y poniendo en riesgo la justificación de que Subsemun pusiera el dinero para edificar esto, son ya bastantes cosas que se están mostrando irregulares. Ahora el perito entregará su dictamen en 10 días hábiles y entonces volveremos a la carga”.
Fuente: La Jornada