Las autoridades suizas se mantienen en máxima vigilancia luego del derrumbe de un glaciar en la región de Wallis, al sur del país, que provocó serios daños y mantiene en riesgo a varias comunidades cercanas. El glaciar del Abedul se desprendió el miércoles, causando la destrucción parcial del pequeño pueblo de Blatten, que ya había sido evacuado días antes por el peligro inminente.
La aldea, donde vivían unas 300 personas, fue desocupada a tiempo. Sin embargo, un hombre de 64 años se encuentra desaparecido y se teme que estuviera en la zona al momento del colapso. Videos difundidos en redes sociales muestran una impresionante avalancha de hielo y rocas descendiendo por la montaña, arrasando con todo a su paso.
El riesgo aún no ha terminado
La fuerza del desprendimiento fue tan grande que el alud incluso cruzó el valle y llegó a una montaña del lado opuesto. Esto provocó que los restos del glaciar bloquearan el curso del río Lonza, lo que ha generado un gran riesgo de inundaciones.
Las autoridades han declarado estado de emergencia y confirmaron que un “lago creciente” se está formando debido a la acumulación de agua tras el bloqueo del río. Por precaución, evacuaron a 16 personas de dos pueblos situados aguas abajo.
“Por ahora no es seguro intervenir directamente en la zona afectada”, señaló Antoine Jacquod, responsable de seguridad civil del cantón de Valais. Además, como medida preventiva, se vació una presa artificial para contener el agua acumulada. Si esta llegara a desbordarse, podría ser necesario evacuar todo el valle.
Cambio climático y glaciares inestables
La inestabilidad de los glaciares alpinos se ha intensificado en los últimos años como consecuencia del cambio climático. El derrumbe del glaciar del Abedul es un ejemplo claro del impacto que el calentamiento global está teniendo en regiones montañosas como los Alpes suizos.
Las autoridades continúan evaluando la situación con cautela, mientras equipos especializados monitorean el crecimiento del lago y el comportamiento del río Lonza.