Dos mujeres fueron rescatadas con vida de entre los escombros de un grupo de edificios colapsados tras estar atrapadas por 122 horas, señalaron autoridades turcas.
Las cifras oficiales de muertos superan los 24 mil 150 en el sur de Turquía y el noroeste de Siria, justo un día después de que el presidente turco Tayyip Erdogan admitió que las autoridades debieron reaccionar más rápido.
Menekse Tabak, de 70 años, fue una de las mujeres rescatadas en la provincia de Kahramanmaras. La otra fue Masallah Cicek, de 55 años de edad, quien fue rescatada de un edificio colapsado en Diyarbakir, la ciudad más grande al sur de Turquía.
67 personas han sido extraídas de entre los escombros gracias a los esfuerzos hechos por los más de 31 mil rescatistas que se encuentran trabajando a lo largo de toda la región afectada.
Cerca de 80 mil personas están siendo tratadas en los hospitales, en tanto que más de un millón de personas perdieron su hogar y están habitando albergues temporales, señaló el vicepresidente turco, Fuat Oktay.
“Nuestra principal meta es asegurarnos que regresen a su vida cotidiana con un hogar permanente en menos de un año, y que puedan superar su dolor tan pronto como sea posible”, añadió.
Por otro lado, el presidente sirio Bashar al-Assad realizó su primer viaje a la zona afectada desde el terremoto, al visitar un hospital en Alepo junto a su esposa.
Recientemente, su gobierno aprobó la entrega de ayuda humanitaria en las líneas del frente del país, que ha sufrido una guerra civil por 12 años, en una decisión que podría acelerar la entrega de insumos para millones de personas desesperadas.
El terremoto del lunes está listado como el séptimo desastre natural más mortífero, superando al tsunami sufrido en Japón en 2011, y aproximándose a la cifra de 31 mil personas que murieron víctimas de un sismo en Irán en 2003.
Equipos de docenas de países están entre los rescatistas que trabajan día y noche en las ruinas de miles de edificios caídos para liberar a los sobrevivientes. En medio de temperaturas congelantes, piden silencio para escuchar cualquier signo de vida entre el concreto.
En el distrito turco de Samandag, los rescatistas removieron el concreto y clamaron “inchAlá” al encontrar vivo a un bebé de solo 10 días de nacido. El niño, llamado Yagiz Ulas, fue cubierto con una manta térmica y llevado a un hospital de campaña. Los trabajadores también rescataron a su madre.
Austria suspende operaciones de rescate
El ejército austriaco suspendió sus operaciones de rescate en Turquía debido al empeoramiento de la situación de la seguridad en el lugar.
“Hubo agresiones entre grupos”, declaró un portavoz en Viena, sin dar más detalles.
Los 82 soldados de la unidad especial de rescate AFDRU se encuentran en un campo base en la provincia de Hatay con otras organizaciones internacionales, a la espera de instrucciones, agregó.
El grupo llegó el martes con 45 toneladas de equipamiento y pudo extraer a nueve personas con vida de entre los escombros, según un comunicado.
Por el momento, su regreso a Austria sigue estando previsto el jueves pero “la situación está siendo analizada”, precisó el portavoz.
A ambos lados de la frontera, miles de edificios quedaron en ruinas y los equipos de rescate trabajan contrarreloj para encontrar a supervivientes.
El Heraldo de México