El Tribunal Supremo afgano confirmó que cuatro personas fueron flageladas públicamente en la provincia de Parwan por mantener relaciones homosexuales, bajo la estricta aplicación de la Sharia impuesta por los talibanes desde su regreso al poder en 2021. Cada individuo recibió 39 latigazos como parte de su condena, reflejando el endurecimiento del código legal bajo el gobierno talibán.
El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, expresó el apoyo de Rusia a reconocer a los talibanes como el gobierno legítimo de Afganistán, argumentando la necesidad de tratar con quienes controlan efectivamente el país. Aunque Rusia aún no ha formalizado este reconocimiento, ha mantenido un diálogo pragmático con los talibanes, instándolos a respetar los derechos humanos, especialmente los de las mujeres.
La comunidad internacional, representada por figuras como Rosemary DiCarlo de la ONU, ha condenado las flagelaciones y otras ejecuciones públicas realizadas por los talibanes, llamando a poner fin a estas prácticas que violan las leyes internacionales de derechos humanos.
