En Afganistán el gobierno de los talibanes emprendió un nuevo objetivo: cubrir el rostro de aquellos maniquíes representados como mujeres.
La última medida machista interpuesta por el régimen se refleja en los diversos escaparates que exhiben ropa femenina en la ciudad de Kabul.
De acuerdo a El País, el que los talibanes cubran el rostro de los maniquíes hace aún más evidente la represión que sufren las mujeres en Afganistán.
A partir de este 17 de enero, todas las tiendas que utilicen figuras con forma femenina tendrán que utilizarlos sin cabeza.
De otra manera, los comerciantes podrán cubrir el rostro de los maniquíes con velos, papel aluminio, telas, bolsas de plásticos, o cualquier otra cosa si es que pretenden mantener sus negocios abiertos.
Con estas acciones el Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio, continúa con su plan para minimizar la presencia de las mujeres en calles de Afganistán.
No hace mucho, los talibanes establecieron la norma que priva de acceso a la educación a todas las mujeres mayores de 12 años de edad.
Por lo anterior, tienen las puertas cerradas de secundarias, preparatorias y universidades en pleno Siglo XXI.
Cuando los talibanes recuperaron el control de Afganistán, se comprometieron ante la comunidad internacional a moderar su legislación en favor de los derechos humanos.
Sin embargo el régimen fundamentalista ha ido privando de forma progresiva a las afganas de los pocos derechos que disfrutaban, escribe El País.
Primero, el gobierno clausuró el Ministerio de la Mujer. Después decretó el uso obligatorio del burka coartando la libertad de movimiento de las mujeres.
Y es que no pueden acceder a parques y gimnasios. De hecho solo pueden salir a la calle si son acompañados de un hombre.
Al respecto los talibanes insisten en que defienden los derechos de las mujeres, pero de acuerdo a su interpretación rigorista de la ley islámica.
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