Cristofer García
“Hemos sacado adelante todos esos perros. Bueno, incluso les damos el entrenamiento básico para que sean más vistosos, es como un apoyo”, contó Roberto, quien tiene unos 15 años como taxista.
Las personas que se dedican a ayudar a animales en riesgo merecen todo el reconocimiento y apoyo. Así es el caso de Roberto, un taxista de la Ciudad de México quien en paralelo es un rescatista de perros abandonados y les consigue un nuevo hogar.
Por ello se ganó su apodo de “el taxista animalista“, luego de tener 15 años trabajando en este tipo de transporte. Cuando no está llevando pasajeros a sus destinos, Roberto está en la búsqueda de peludos callejeros que puedan empezar una nueva vida.
En conversación con La Silla Rota, el taxista afirmó que ha rescatado a más de 1.000 perros, logrando conseguir un hogar para la mayoría de ellos. “Hemos sacado adelante todos esos perros. Bueno, incluso les damos el entrenamiento básico para que sean más vistosos, es como un apoyo”, explicó el conductor.
Durante todos sus años de trabajo como rescatista se ha encontrado un sinfín de escenarios devastadores, incluyendo perros amarrados en lugares peligrosos en los que podrían perder la vida si nadie interviene. A través de las redes sociales comparte las historia de estos canes, para que más personas se enteren de su labor y los adopten.
“Nos fuimos involucrando, conocimos gente muy especial, a entrenadores y estos mismos entrenadores poco a poco a mí me capacitaron, me dijeron cómo agarrar un perro, qué es lo que tenía que hacer, cuándo es un agresivo, qué tiene que hacer uno en una situación de extrema desnutrición, cuando los atropellan. De ahí yo me capacité con ellos y poco a poco fui adquiriendo la experiencia“, relató.
En ese sentido agregó que rápidamente fue creciendo su labor y recibía más casos. “Todo fue de boca en boca, más gente me empezó a llamar porque, como le digo, la competencia casi cobraba el doble en un servicio“, expresó.
“Los perritos se entregan a domicilio, se checa dónde va a quedar, se llena un formulario para ver la situación de la persona, cómo va a vivir el perro y si pasan los filtros, pues es cuando se da en adopción al perro“, añadió.
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