Taylor Swift rompió su silencio sobre la cancelación de sus conciertos en Viena, tras descubrirse un complot de atentado. La cantante explicó que eligió no hablar antes para priorizar la seguridad de sus seguidores.
En un mensaje en Instagram, Swift dijo: “No hablaré públicamente sobre algo si eso podría poner en peligro a quienes asisten a mis conciertos”. Añadió que su silencio fue una forma de manejar la situación con cautela y esperar el momento adecuado para expresarse.
La estrella expresó que sintió “miedo” y “culpa” tras cancelar sus conciertos en el estadio Ernst Happel, donde esperaba a 170,000 personas del 8 al 10 de agosto. Agradeció a las autoridades austriacas por prevenir una tragedia, señalando que estaban de luto por los shows y no por vidas perdidas.
Después de la cancelación, Swift y su equipo se enfocaron en asegurar el próximo espectáculo en Londres. “Subir al escenario en Wembley fue una montaña rusa de emociones”, comentó, aliviada por la energía positiva y el apoyo recibido en Londres.
También agradeció a su equipo de trabajo por su dedicación durante el Eras Tour, y se despidió con un “hasta luego” mientras se prepara para continuar la gira en octubre.