Tecnoestrés y fatiga informativa

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Señala los nutriólogos que no existe mala comida, sino hábitos dañinos de ingesta, así, en la era de la información tendría que hacerse una pausa para analizar el ritmo con que la mente consume datos y, concretamente, los efectos que esta acelerada inercia informativa puede causar en la salud del usuario promedio

El término tecnoestrés no es de uso clínico estricto, pero bien resume una serie de fenómenos inconvenientes derivados del contacto excesivo con las tecnologías de la información y, particularmente, la creciente tendencia a manejar varios dispositivos a la vez. De acuerdo con el INEGI, en México 38.9 millones de personas usan computadoras y, los datos más recientes de la Asociación Mexicana de Internet señalan que el mexicano promedio pasa alrededor de cinco horas navegando con motivo de chequeo de correos electrónicos, investigación de temas y actualización de redes sociales (en ese orden de prioridad). En el caso de investigadores, médicos, contadores, editores periodísticos, abogados, administradores y ejecutivos bursátiles, ser un usuario “multitask” significa muchas veces experimentar sobrecargas mentales pues, durante el trabajo con grandes volúmenes de información se hace necesaria también la toma de decisiones importantes, decisiones que requieren tiempo para pensarse. Así, privados del tiempo y/o la concentración necesarios (incluso repletos de estrés), miles de profesionistas se ven obligados a forzar su maquinaria mental y salir adelante con los menesteres laborales propios de las exigencias contemporáneas. La profesora Beatriz Rivera, quien imparte la cátedra de Psicóloga Laboral en la Universidad Marista de San Luis Potosí, comenta que “después de horas trabajando con información en línea, checamos las redes en el trayecto a casa y, muchas de las veces, llegamos a nuestro hogar a encender la computadora de nueva cuenta”. Los problemas de orden músculo esquelético y circulatorio no se hacen esperar como expresión de este exceso, ya que permanecer en la misma posición frente al ordenador por horas no representa el uso más adecuado del cuerpo humano. Lo anterior no es gratuito, el denominado síndrome de fatiga informativa que sobreviene se caracteriza por colaterales síntomas como dolor de estómago, pérdida de visión, dificultad para el análisis y la toma de decisiones en lo cotidiano, búsqueda constante de más información, ansiedad, irritabilidad, trastornos del sueño y, dependiendo del caso, un paulatino deterioro de la vida sexual. Si usted, estimado lector, se familiariza con la problemática antes mencionada, valdría visitar al psicólogo de su elección y solicitarle una opinión detallada sobre su salud ocupacional pues, tal como se menciona en lo coloquial “se trabaja para vivir, no se vive para trabajar”; aunque asumirlo parezca por instantes difícil. http://pulsoslp.com.mx/2013/07/04/tecnoestres-y-fatiga-informativa/]]>

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