El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que los días de Nicolás Maduro al frente del gobierno de Venezuela “están contados”, en un contexto de creciente presión diplomática y militar por parte de Washington en la región del Caribe.
Durante una entrevista con la cadena CBS, Trump fue cuestionado sobre si consideraba inminente el fin del mandato del líder venezolano. Su respuesta fue breve, pero contundente:
“Yo diría que sí. Creo que sí”, afirmó el mandatario estadounidense.
Las declaraciones se producen en medio de un nuevo repunte de tensión entre ambos gobiernos, marcado por sanciones económicas, acusaciones de narcotráfico y una mayor presencia militar estadounidense en el Caribe. La administración Trump ha acusado reiteradamente a Maduro de liderar el “Cártel de los Soles”, red vinculada al tráfico internacional de drogas.
Cuando se le preguntó si planeaba una intervención militar en Venezuela, Trump evadió la respuesta directa:
“No te digo eso. No digo que sea verdad o mentira, pero no hablaría con un periodista sobre si voy a atacar o no”, comentó.
Maduro responde a las declaraciones de Trump
Desde Caracas, Nicolás Maduro respondió durante la clausura de un encuentro de parlamentarios del Caribe por la paz, calificando las declaraciones de Trump como un intento de “imponer una narrativa extravagante” para justificar una posible agresión militar.
“Los estadounidenses siempre nos quieren imponer un relato, una narrativa”, afirmó.
El mandatario venezolano subrayó que su país se mantendrá “firme ante las amenazas imperialistas” y que el pueblo sabrá “defender su soberanía frente a cualquier intento de intervención extranjera”.
Aumenta la presencia militar estadounidense en el Caribe
En las últimas semanas, Washington ha intensificado sus operaciones militares en el Caribe y el Pacífico bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
De acuerdo con fuentes oficiales, al menos 15 embarcaciones presuntamente vinculadas al tráfico de drogas han sido interceptadas o atacadas en la región.
El pasado 26 de octubre, un buque de guerra estadounidense arribó a Trinidad y Tobago, país vecino de Venezuela, en lo que analistas interpretan como una demostración d


