En menos de un año, las autoridades de Los Angeles, California, han encontrado al menos 11 cadáveres en diferentes estados de descomposición y momificación, entre ellos los de niños muy pequeños. Todos ellos estaban guardados en una unidad de almacenamiento que tenía temperaturas superiores a los 60 grados, informó Los Angeles Times.
De acuerdo con el fiscal de la ciudad, Mike Feuer, los cuerpos fueron hallados en dos ocasiones al interior de Mark B. Allen Mortuary and Cremations Services. La primera tuvo lugar en julio de 2020, cuando algunos clientes denunciaron ante las autoridades de California que el establecimiento no les había entregado los restos de sus seres queridos.
Entonces, el gobierno envió a un investigador, quien visitó la funeraria y percibió un olor a descomposición “y abrumadoramente fuerte” así como varias moscas volando alrededor de una de las ventilas. Tras una inspección más a fondo, encontró cinco cuerpos almacenados a muy altas temperaturas, por lo que presentaban ya un alto grado de descomposición.
Luego vinieron más denuncias de los familiares de los difuntos encontradas en el establecimiento, por lo que tuvieron que intervenir las oficinas de Funerarias de California y Forense del Condado, así como el Departamento de Policía y el Cementerio de Los Angeles, quienes en abril de 2021 encontraron seis cuerpos más en las mismas condiciones deplorables.
El fiscal dijo en su momento que varias dependencias estaban trabajando de manera coordinada para hacerle justicia a los seres queridos de estas personas, quienes fueron halladas en menos de un año dentro de Mark B. Allen Mortuary and Cremations Services.
Detuvieron al responsable y recibiría un fuerte castigo
El dueño y responsable de la funeraria, Mark B. Allen, fue detenido tras el hallazgo de los 11 cuerpos no cremados y en distintas etapas de descomposición y/o momificación, además de que las autoridades sanitarias clausuraron la funeraria que lleva su nombre en junio del año pasado luego de que el hombre se negara a cooperar con las investigaciones, reportó Los Angeles Times.
El fiscal de la ciudad, Mike Feuer, dio a conocer en los primeros días de mayo de 2022 que por cada uno de los 11 casos, Allen está acusado por diversas violaciones al Código de Salud y Seguridad de California por depositar o eliminar restos humanos en cualquier lugar que no sea un cementerio.
Y debido a que el hombre prestaba un servicio funerario, podría recibir una multa de 110 mil dólares (10 mil por cada cuerpo y hasta una pena de 11 años en prisión.
“Once personas murieron, incluidos niños muy pequeños, y el director funerario contratado para preparar compasivamente los cuerpos para el entierro solo los dejó pudrirse, sin la decencia ni la dignidad que todos nuestros seres queridos merecen. Sus muertes son una tragedia, y este supuesto maltrato monstruoso es una segunda tragedia”, afirmó Feuer.
El Heraldo de México