Un incidente alarmante tuvo lugar cuando un Tesla, operando en modo de conducción autónoma (FSD), estuvo a punto de chocar contra un tren en movimiento. Craig Doty II, el propietario del vehículo, vivió momentos de terror cuando el sistema FSD no redujo la velocidad al acercarse a las vías del tren.
El incidente ocurrió por la noche a principios de este mes en Ohio, cuando la cámara del tablero de Doty capturó el momento en que su Tesla se acercaba peligrosamente a un tren que cruzaba la carretera. A pesar de estar en modo de conducción totalmente autónoma, el vehículo no disminuyó la velocidad, lo que obligó a Doty a intervenir rápidamente para evitar una colisión inminente.
“Soy propietario de mi Tesla desde hace menos de un año y, en los últimos seis meses, intentó dos veces chocar directamente contra un tren que pasaba mientras estaba en modo FSD. El incidente más reciente ocurrió el 8 de mayo de 2024 y tuve que intervenir rápidamente para evitar un desastre”, relató Doty.
Tesla ha sido objeto de numerosas demandas de propietarios que alegan que las funciones FSD o Autopilot han fallado, provocando accidentes graves. En algunos casos, estos incidentes han resultado en la muerte de los conductores involucrados. La empresa ha advertido a los usuarios sobre los riesgos de usar el sistema FSD en condiciones de poca luz o climáticas adversas, como lluvia, nieve, luz solar directa y niebla, que pueden afectar significativamente su rendimiento.
Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) de Estados Unidos, los sistemas de piloto automático de Tesla han estado involucrados en 17 muertes y 736 accidentes desde 2019. A pesar de estos informes, Elon Musk, CEO de Tesla, ha defendido la efectividad de los sistemas de conducción autónoma de la compañía. En una publicación de 2021 en X (anteriormente Twitter), Musk afirmó que los usuarios del piloto automático tenían 10 veces menos probabilidades de sufrir un accidente en comparación con el vehículo promedio.
Este incidente destaca las preocupaciones continuas sobre la seguridad y la fiabilidad de los sistemas de conducción autónoma, especialmente en situaciones críticas donde la intervención humana puede ser crucial para evitar accidentes graves.
