En respuesta a la ofensiva migratoria impulsada por el expresidente Donald Trump, el gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció el despliegue de más de 400 soldados en la frontera con México. Esta medida busca fortalecer la colaboración con la Patrulla Fronteriza y reforzar las leyes migratorias en la región.
Los efectivos, provenientes de Houston y Fort Worth, forman parte de la Fuerza Fronteriza Táctica de Texas, una unidad creada para operar bajo la iniciativa de seguridad denominada Operación Lone Star. Este programa, iniciado en 2021, ha permitido el despliegue de miles de tropas de la Guardia Nacional en la frontera para enfrentar lo que Abbott considera una crisis migratoria.
Junto con los soldados, Texas enviará aviones C-130, capaces de operar en terrenos complicados, y helicópteros Chinook, para respaldar las operaciones de vigilancia y control en la frontera.
“El objetivo es impedir la entrada de inmigrantes ilegales y asegurar que se cumplan las leyes de inmigración”, señaló Abbott en un comunicado, destacando que esta iniciativa se lleva a cabo con el apoyo de la administración de Trump.
Además, Abbott agradeció el respaldo del expresidente, calificando su liderazgo como decisivo en la frontera sur. “Texas tiene un socio en la Casa Blanca con quien podemos trabajar para garantizar la seguridad de nuestro país”, añadió el gobernador.
Por su parte, Dawn Buckingham, comisionada de tierras de Texas, ofreció un rancho en el condado de Starr como base de operaciones para las deportaciones masivas. Esta propuesta ha sido aceptada por un funcionario de la administración Trump, consolidando los planes para reforzar las políticas migratorias en la región.
Este despliegue se suma al envío reciente de 1,500 soldados en servicio activo por parte del gobierno federal, subrayando la importancia estratégica de la frontera entre Texas y México en la agenda de seguridad nacional.
