Tiziano Ferro se convierte en papá de una niña y un niño

Atendió su problema de alcoholismo, de alimentación y dejó de ocultar sus preferencias sexuales … ahora vive una bonita aventura familiar al lado de Víctor Allen, su esposo.

La estrella de la música en Italia compartió en redes sociales una imagen de los nuevos integrantes de su familia, su pilar en estos momentos, y a la cual presume con orgullo.

“Dos llamadas telefónicas me hicieron el hombre más feliz del mundo. La primera hace unos meses: una niña. La segunda, hace tan solo unas semanas: esta vez, un niño. Soy papá, y quiero presentarles a estas dos maravillas de 9 y 4 meses. Margherita y Andres, su vida acaba de empezar. Y la nuestra también”, inició su mensaje el artista.

“Tanto para Victor como para mí, la experiencia de ser padres representa el mayor honor, la mayor responsabilidad. Haremos frente a ello con amor, esmero, ternura y dedicación.

Ferro pidió a sus seguidores respeto para la familia y para la forma en la que sus hijos llegaron a ella.

“Entendemos y aceptamos la curiosidad generada en torno a nosotros, pero les pedimos que respeten la privacidad de Margherita y Andres. Cuidaremos de nuestros hijos, protegiéndolos y preservando su intimidad lo mejor que podamos.

“Será única y exclusivamente ellos quienes decidan ‘cuándo’ y,  sobre todo ‘si’ quieren compartir la historia de sus vidas, ya que es justo que ellos la conozcan antes que el resto del mundo. Un derecho incuestionable. Gracias por el amor y la comprensión que siempre nos brindan”, se lee en la publicación.

Para el cantante llegar a este punto de equilibrio no ha sido fácil. Han pasado muchos escándalos y sinsabores, muchos secretos que ocultó y que afectaron su salud emocional y física.

“La verdad te libera de ser bipolar de manera forzosa. Y si te salvas tú, puedes salvar a otras personas. Los artistas que me han cambiado la vida son los que se han entregado hasta la sangre y yo quería ser de esos que han creado controversia pero con su música y sus palabras, sin miedo”, afirmó en una entrevista con EFE en 2020.

Atrás quedaron él los problemas de alcoholismo, que desde la adolescencia sufrió producto de las críticas y burlas que recibía por su sobrepeso.
Alcohólico, bulímico y gay… Cuanto mayor era la gloria musical de Tiziano Ferro, la industria musical más se esforzaba por esconder la realidad de este superventas italiano, tal y como confesó abiertamente en “Ferro”, un documental en el que también expone cómo logró retomar las riendas de su vida y de su carrera.

“En España e Italia no se habla del alcoholismo y eso permite que se esconda muy bien. No por ser un héroe, sino de agarrar mi parte más auténtica y liberarme de este peso. Me encanta la idea de abrazar una cicatriz, de exponerla y convertirla en un superpoder, porque es verdad y real, por aplaudir las ganas de solucionar y no de ocultar el pecado, dijo a EFE.

“Primero hay que entender que tienes un problema y, segundo, salir del aislamiento, porque en los grupos de ayuda se suele decir que estás más enfermo cuanto mayor sea tu secreto y más pienses que puedes manejarlo”, enumeró Ferro hace dos años.

Relató en ese entonces que la terapia le ayudó a comprender que lo único que quería era amor y que, para ello, había que entregarse al mundo y pedirlo. 

“A los 27 años, en el tope de mi problema, me miraba al espejo y me daba cuenta de que nunca había experimentado el amor de verdad por falta de autoestima y por negación”, añadió.

Y así, en 2010, unos pocos meses después de Ricky Martin, el cantante habló abiertamente de su homosexualidad.

“Todo ayuda, porque si no tenemos ejemplos, no tenemos espejos para no sentirnos solos. Vivimos en un mundo en el que no se valora lo suficiente el peso de los derechos civiles, pero espero que mi generación sea la última que haya vivido la dureza de un régimen excesivamente homófobo”, deseó.

“Me convertí en una persona superfamosa a los 21 años, pero a esa edad no sabes quién eres, especialmente si llegas desde una ciudad pequeña como la mía. Crecí sin saber quién era, porque no había personas como yo, que me dijeran que eso estaba bien y que lo importante era ser honesto. La industria musical hacía lo que hacía y es fácil echar la culpa a los demás, pero prefiero hablar de una concurrencia de culpas. La manipulación mental encuentra espacio si se lo das y yo no estaba listo para reafirmarme. Me entregaba porque me miraba al espejo y pensaba que no estaba bien”, apuntó.

Todo eso ahora ha quedado atrás y el italiano ha consolidado una familia como ha querido.

El Universal

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