¿Qué harías si un día descubres que tu perro tiene más talento para dibujar y pintar que tú? Eso fue lo que le pasó a una ex enfermera que vive en la ciudad de Charlotte (Carolina del Norte, EU). Y es que poco después de jubilarse, la mujer descubrió que ella y su mascota comparten la misma pasión por el arte. Hoy, el lomito es el creador de populares obras; varias de ellas ya se han vendido y ha ganado gracias a ello hasta 18 mil euros (más 400 mil pesos).
Lisa Kite, de 58 años, empezó a enseñar a su adorable perra Ivy, un pastor australiano de nueve años, a pintar cuando acababa de cumplir los dos años, después de darse cuenta de que aprendía fácilmente nuevas técnicas.
La cachorra llegó a la vida de Lisa Kite hace unos ocho años. Desde ese momento, la mujer decidió enseñarle trucos y darle tareas “para mantener su mente ocupada”. Todo comenzó con la perrita sacando refrescos o cervezas del refrigerador, hasta que poco a poco Lisa le enseñó a usar el pincel.
Así aprendió a pintar Ivy
Ivy lleva siete años pintando, y Lisa fue la encargada de enseñarle a la adorable cachorra a coger un pincel y pintar sobre el lienzo en blanco. Sus cuadros tienen distintos nombres, desde Merengue hasta Gato de la selva, y los precios varían; su obra más cara se vende por 360 libras (unos.
“Hace tres años, le compré un caballete en una venta posterior a la Navidad. Le pedí que averiguara qué quería que hiciera con él. Después de que descubrió cómo pintar, la gente quería comprar su trabajo”, señala la mujer en su sitio web.
Además, el perro tiene su propio perfil en redes sociales, donde reúne más de 20 mil seguidores. Todo una proeza que ha dejado impactados a los usuarios de Instagram.
“Ivy suele terminar un cuadro en cuatro semanas. Así que tendrá cuatro o cinco a la vez. Solo la dejo pintar una vez a la semana para que no se canse. Ella siempre los “firma” con una huella naranja”, señala Lisa Kite.
Milenio