La política COVID Cero dejó como resultado pérdidas económicas fuertes; sin embargo, los fallecimientos son menores a los de países con confinamientos poco estrictos.
Los países que intentaron eliminar el COVID a través de políticas estrictas para evitar contagios reportaron menos muertes a causa del virus que los países que no manejaron confinamientos intensivos en últimos meses, esto a tres años de que estallara el primer brote de Sars CoV-2 en Asia y Europa.
Ciudades chinas, sumamente criticadas por su política de COVID Cero, reportaron a diciembre de 2022 una tasa de menos de mil muertes por millón de habitantes, a diferencia de países como Estados Unidos, Brasil y Reino Unido, que reportan más de 3 mil fallecimientos por cada millón de habitantes.
Durante gran parte del siglo pasado, la estrategia de erradicación fue el estándar favorito para hacer frente a nuevos virus mortales. La pandemia de COVID-19 dejó en claro sus beneficios. Las muertes per cápita en países que aplicaron la política de cero COVID estuvieron muy por debajo de los que optaron por la mitigación, estrategia también conocida como aplanamiento de la curva.
La mortalidad a causa de COVID en grandes ciudades y países del mundo se distribuye así:
Los resultados contradicen a expertos como Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, quien, de acuerdo con Andreu Comas, profesor e investigador del Centro de Investigación en Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, tomó con “ligereza” los rebrotes de COVID.
En una entrevista con El Financiero, Comas criticó que “no hay un mecanismo de vigilancia de la pandemia”, debido a que “ya no se están haciendo pruebas y somos el país del continente americano con menos pruebas, con apenas 0.2 por ciento”.
Además de la falta de pruebas, las desestimaciones de Gatell sobre el uso de cubrebocas para prevenir contagios ha sido criticada por el doctor Comas, quien dijo que los comentarios acerca de la mascarilla “generan en la población una falsa percepción de que la pandemia ha acabado y eso es muy peligroso, porque la pandemia sigue”.
A casi tres años de que llegara el primer caso de COVID a México, suman 7 millones 410 mil 93 casos y 332 mil 653 muertes en cifras oficiales, con un margen de más de 14 mil fallecimientos sospechosos.
El Financiero