La tormenta tropical Melissa azotó este miércoles a Haití y República Dominicana con fuertes lluvias, generando alerta entre las autoridades por el riesgo de inundaciones y deslizamientos en gran parte del Caribe.
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, Melissa se encuentra a unos 495 kilómetros al sur-suroeste de Puerto Príncipe, Haití, y presenta vientos sostenidos de hasta 80 km/h mientras avanza lentamente hacia el oeste-noroeste.
Meteorólogos advirtieron que el sistema podría provocar inundaciones repentinas, cortes de energía y daños en carreteras, especialmente en zonas montañosas o cercanas a ríos. El experto en huracanes Alex DaSilva señaló que los efectos de Melissa “podrían ser catastróficos” para comunidades vulnerables en Haití, República Dominicana, Cuba y Jamaica.
En respuesta, el presidente dominicano Luis Abinader ordenó el cierre de escuelas y oficinas en diez provincias bajo alerta. Las autoridades también pidieron a los habitantes de zonas propensas a inundaciones que busquen refugios seguros o se trasladen a terrenos más altos antes de que el fenómeno se intensifique.
Haití mantiene un aviso de huracán desde su frontera con República Dominicana hasta Puerto Príncipe, mientras que Jamaica se encuentra bajo alerta de tormenta tropical.
Los pronósticos indican que Melissa podría fortalecerse y convertirse en huracán el jueves, acercándose al suroeste de Haití y Jamaica en los próximos días. Sin embargo, los especialistas advirtieron que aún existe incertidumbre sobre su trayectoria exacta, por lo que podrían darse cambios en los reportes oficiales.
Se esperan lluvias de entre 12 y 25 centímetros en el sur de Haití y República Dominicana hasta el viernes, con acumulaciones mayores en algunas zonas. También se prevén afectaciones moderadas en Jamaica, Aruba y Puerto Rico.
Las precipitaciones ya comenzaron a causar congestión vial en Santo Domingo y obligaron a cancelar juegos de la liga de béisbol dominicana. En Haití, los habitantes se mostraron preocupados ante el riesgo de inundaciones graves, un problema recurrente agravado por la erosión del terreno y la falta de infraestructura.
