“El trabajo de la mujer en el hogar es una actividad sin reconocimiento, sin pago, con jornadas muy largas”, señaló ayer Andrea Saldaña Rivera, directora del Instituto de las Mujeres (IMES), durante el marco del Día Internacional del Trabajo Doméstico.
Documentó que la conmemoración de esta fecha, data de 1983, durante el Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe.
Se trata, comentó, de reconocer la contribución de las labores de las mujeres en los hogares, que siguen siendo objeto de discriminación, sobre todo desde el punto de vista económico.
“Cuando se convierten en un empleo, por lo general es mal pagado, sin prestaciones, con jornadas exhaustivas o hasta sin días de descanso o vacaciones”, puntualizó.
Detalló que el Producto Interno Bruto (PIB) del trabajo doméstico es mayor al 20%, y en su mayoría, es realizado por mujeres.
La titular del IMES precisó que lo más contradictorio, es que en la mayoría de los hogares “ni siquiera se considera trabajo, sino una obligación natural de las mujeres”.
Según la Encuesta Nacional sobre Uso de Tiempo (ENUT), mientras las mujeres dedican un promedio de 42.3 horas semanales a las actividades domésticas, los hombres sólo destinan 15.2 horas.
Según la misma encuesta, 87 por ciento de las mujeres y 44 por ciento de los varones se dedican a cocinar, calentar o preparar alimentos; las mujeres dedican un promedio de 9 horas y media a estas tareas cada semana, y los hombres, un promedio de tan sólo 3 horas y 12 minutos.
Mientras que una actividad en que se ha elevado la participación masculina son las compras, las realizan el 65.4 por ciento de las mujeres y el 47.5 por ciento de los hombres.
Fuente: La Razón