Desastre natural, víctimas y una crisis energética en aumento
El ciclón Oscar, que golpeó Cuba el pasado 20 de octubre, ha dejado un saldo devastador: ocho fallecidos y dos personas desaparecidas, reportaron las autoridades de la isla. La tormenta tocó tierra en el oriente del país, especialmente en la provincia de Guantánamo, donde permaneció durante un día entero provocando fuertes lluvias, desbordamientos de ríos y una destrucción generalizada.
Según el periódico cubano Granma, la Defensa Civil elevó el número de fallecidos a ocho, uno más que en el reporte anterior, y confirmó la desaparición de una mujer y un hombre de San Antonio del Sur. También informó sobre tres niños que resultaron heridos, aunque todos ellos están recuperándose sin complicaciones.
La devastación en la región es evidente: viviendas derrumbadas, toneladas de lodo y escombros, cultivos perdidos y familias que han quedado sin sus pertenencias. La tormenta descargó más de 300 milímetros de agua en solo 24 horas, afectando aún más a una isla que atraviesa su peor crisis energética en años, con apagones prolongados y fallos en el sistema eléctrico nacional.
Hasta el momento, las autoridades no han dado a conocer una estimación de las pérdidas materiales que dejó el ciclón Oscar, aunque el impacto en la economía y la vida de los cubanos es incuestionable.