Un coche bomba estalló el martes frente a la embajada de Francia en la capital de Libia, hiriendo a dos guardias franceses y a una adolescente libia en un ataque que el presidente Francois Hollande denunció como una agresión no sólo a su país, sino a todos los que combaten al terrorismo.
El vehículo cargado de explosivos fue detonado durante la madrugada justo frente al edificio diplomático en el exclusivo vecindario de al-Andalus de Trípoli, antes de que cualquiera de los empleados de la embajada hubiesen llegado a trabajar, dijeron dos funcionarios de seguridad libios.
Además de herir a los guardias, la explosión provocó un incendio en la entrada de la embajada que afectó algunas de las oficinas en el interior, precisaron las fuentes.
Una adolescente libia que estaba en una casa cercana también resultó herida.
Dos automóviles estacionados frente a la sede diplomática se incendiaron y otras dos construcciones cercanas también sufrieron daños, añadieron las autoridades, que hablaron bajo condición de no ser identificadas porque no están autorizadas a hablar con los medios de comunicación.
Los bomberos acudieron al lugar para controlar el fuego. Las fuentes libias dijeron que uno de los guardias lesionados sufrió heridas graves y el otro resultó herido levemente.
Hasta el momento se desconocen los motivos del nuevo ataque, dijeron los funcionarios.
El gobierno libio condenó el ataque y afirmó en un comunicado en su sitio oficial en Internet que “rechaza ese tipo de acciones, que atacan directamente la seguridad y estabilidad de Libia”.
En París, el presidente Hollande denunció el ataque. En un comunicado, afirmó que no sólo fue una agresión contra Francia sino contra “todos los países de la comunidad internacional comprometida en la lucha contra el terrorismo”.
“Francia espera que las autoridades libias aclaren por completo este acto inaceptable, para que los responsables sean identificados y llevados ante la justicia”, afirmó el mandatario.
A solicitud de Hollande, el canciller francés Laurent Fabius viajará a Trípoli para evaluar la situación y garantizar la repatriación de los dos guardias heridos.
Antes de su vuelo, Fabius dijo que “este atentado pretendía matar, pero Francia no se doblegará”. El país galo, agregó, está reforzando la seguridad en todo el Oriente Medio y en el Sahel africano.
Horas antes, Fabius dijo que se trató de un “acto abominable” e indicó que la cancillería está “en comunicación con las autoridades libias” y que Francia “hará todo lo que pueda para arrojar luz” sobre lo ocurrido.
Se ordenó que las instituciones francesas en Trípoli, incluidas las escuelas y los centros culturales, suspendieran sus actividades de inmediato.
Dos años después de la guerra civil en Libia, el país trata de mantener la seguridad, crear un ejército unificado y controlar las milicias, que incluyen a rebeldes que lucharon para derrocar al dictador Muamar Gadafi en 2011.
Francia, junto con Gran Bretaña, asumió un papel preponderante en la campaña aérea encabezada por la OTAN contra las fuerzas de Gadafi.
El predecesor de Hollande, el presidente Nicolas Sarkozy, fue elogiado en Libia por el papel que Francia desempeñó, y París ha buscado mantener vínculos económicos y políticos estrechos con el nuevo liderazgo en Trípoli.
En septiembre pasado, milicianos atacaron la misión diplomática de Estados Unidos en la ciudad oriental libia de Bengasi, donde mataron al embajador Chris Stevens y a otros tres norteamericanos.
La semana pasada, la rama de Al-Qaeda en el norte de África, Al-Qaeda en el Magreb Islámico, amenazó con vengarse de todos los países que participan en la guerra en Mali encabezada por Francia. Advirtió que nadie que haya “participado en este violento ataque” estará a salvo.
http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/7c03c12696a3f1e0e7c42ea6740fdf4a