Tres robos en iglesias de SLP en 2024: Arzobispo pide mayor seguridad

LOCALES, SAN LUIS

En lo que va del año, al menos tres iglesias en San Luis Potosí han sido víctimas de la delincuencia, lo que ha obligado a los sacerdotes a reforzar las medidas de seguridad, informó el arzobispo de San Luis Potosí, Jorge Alberto Cavazos Arizpe.

El último incidente ocurrió el sábado pasado, cuando un intento de robo en la Basílica Menor Santuario de Guadalupe fue frustrado. Este martes por la mañana, el Arzobispo fue notificado sobre la detención del presunto responsable y la recuperación de los bienes sustraídos del templo.

Cavazos Arizpe subrayó que las iglesias están tan expuestas a la delincuencia como cualquier otro recinto, y cada vez que se reporta un delito, los sacerdotes de las distintas parroquias refuerzan las medidas de seguridad, tanto en los templos que han sido víctimas de ilícitos como en aquellos que no.

“Siempre hay quienes están acostumbrados a hacer el mal y encuentran nuevas oportunidades y habilidades para hacerlo. Sin embargo, esto también nos obliga a protegernos mejor con alarmas, refuerzos y otros cuidados”, señaló el Arzobispo.

El líder religioso detalló que, hasta ahora, tres iglesias han sido blanco de delitos este año. Además del intento de robo en la Basílica Menor, la Catedral Metropolitana sufrió daños cuando un hombre vandalizó una imagen religiosa, y en la parroquia de Santiago, un individuo intentó forzar su entrada, dañando las puertas, aunque no logró ingresar.

Cavazos Arizpe advirtió que los robos a iglesias no deben minimizarse, ya que no solo representan un ataque a la propiedad, sino que también ofenden a la comunidad religiosa, que con fe y devoción ha adquirido y cuidado las imágenes y objetos sagrados. “No es solo un ataque contra una persona, es un ataque contra la sociedad”, afirmó.

Finalmente, el Arzobispo hizo un llamado a las autoridades para que redoblen esfuerzos en la protección de los recintos religiosos y exhortó a quienes se dedican al robo a buscar formas legítimas de subsistencia. “El robo no puede ser una forma de vivir, estamos cometiendo una injusticia contra la persona y contra la comunidad”, concluyó.

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