El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que autorizó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para realizar operaciones encubiertas dentro de Venezuela. Además, mencionó que su gobierno analiza la posibilidad de emprender acciones militares terrestres en el país sudamericano.
El mandatario explicó que tomó esta decisión por dos motivos principales: el presunto aumento del tráfico de drogas proveniente de Venezuela y su preocupación por la seguridad en la región.
“Di la autorización por dos razones: las drogas que llegan desde Venezuela y la situación de seguridad”, declaró durante un evento en la Casa Blanca.
La confirmación llega después de que The New York Times revelara que la CIA había recibido permiso formal para actuar dentro del territorio venezolano. Desde septiembre, fuerzas estadounidenses han destruido cinco embarcaciones supuestamente relacionadas con el narcotráfico en el Caribe, cuatro de las cuales, según reportes, salieron de Venezuela.
Maduro responde: “No a la guerra, sí a la paz”
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, rechazó las declaraciones de Trump y criticó el historial de la CIA en conflictos internacionales.
“No a los golpes de Estado ni a las guerras impulsadas por la CIA. América Latina no los quiere ni los necesita”, expresó durante una transmisión televisiva.
Maduro llamó a evitar una escalada de violencia en la región y pidió “decirle no a la guerra en el Caribe, no a la guerra en Sudamérica, sí a la paz”. El mandatario incluso dirigió un mensaje en inglés al pueblo estadounidense: “No war, yes to peace, please”.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela calificó las declaraciones de Trump como “una grave violación del derecho internacional” y exigió a la comunidad internacional pronunciarse ante lo que consideraron una amenaza a la estabilidad del país.
Críticas desde el Congreso de EE. UU.
Las declaraciones de Trump también generaron polémica dentro de su propio país. Legisladores demócratas y republicanos expresaron su preocupación por la falta de transparencia y el riesgo de que Estados Unidos se vea envuelto en un nuevo conflicto sin aprobación del Congreso.
La senadora Jeanne Shaheen señaló que autorizar operaciones encubiertas y ataques en territorio extranjero “acerca peligrosamente al país a una guerra sin supervisión ni justificación pública”.
Además, algunos funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo anonimato, afirmaron que aún no existen pruebas concluyentes de que las embarcaciones destruidas transportaran drogas, pese a los videos difundidos por Trump y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, en redes sociales.
Preocupación internacional
Diversos grupos defensores de derechos humanos han advertido que los ataques podrían violar leyes internacionales y considerarse ejecuciones extrajudiciales.
Trump, sin embargo, defendió su decisión asegurando que las estrategias anteriores contra el narcotráfico “han sido ineficaces” y que su gobierno busca “acciones más contundentes” para frenar el tráfico de drogas.