El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado que el arresto de Mahmoud Khalil, un activista propalestino y ex estudiante de posgrado en la Universidad de Columbia, será solo el comienzo de una serie de detenciones similares. Khalil, quien fue detenido por agentes federales el sábado en Nueva York y trasladado a una cárcel de inmigrantes en Luisiana, es acusado de apoyar actividades relacionadas con el terrorismo debido a sus protestas en favor de Palestina.
Khalil, un residente legal en Estados Unidos, no ha sido acusado de ningún delito, pero su arresto se enmarca en las órdenes ejecutivas de Trump que buscan combatir el antisemitismo. El presidente advirtió en redes sociales que los estudiantes que participen en actividades que él considera proterroristas, como las realizadas en Columbia, serán detenidos y deportados.
El arresto de Khalil ha generado una fuerte reacción entre defensores de los derechos civiles y la libertad de expresión, quienes acusan al gobierno de usar la ley de inmigración para silenciar las críticas a Israel. Los abogados de Khalil han presentado una demanda contra su detención, y un juez federal ha ordenado que no sea deportado mientras se resuelve su caso.
El activista, quien fue una figura prominente en las protestas estudiantiles de Columbia el año pasado, ha negado las acusaciones de antisemitismo, señalando que su lucha es parte de un movimiento pacífico contra la guerra. A pesar de su ausencia, los manifestantes han expresado su apoyo a Khalil, rechazando la idea de que sus acciones fueron contra el pueblo judío.
La noticia también ha revelado que el gobierno de Trump está presionando a universidades, incluidas Columbia, para que aseguren un ambiente seguro para los estudiantes judíos. El Departamento de Educación ha advertido que podría retirar fondos federales si no se cumplen estos requisitos, y Columbia ya enfrenta recortes millonarios.
Khalil, quien se graduó recientemente de la Universidad de Columbia y tiene una esposa estadounidense embarazada, ha sido objeto de investigaciones adicionales por parte de la universidad debido a sus comentarios públicos. Mientras tanto, los manifestantes continúan luchando por su liberación y por la protección de sus derechos en el país.
