Donald Trump, quien recientemente ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos, anunció su intención de llevar a cabo un programa de deportaciones masivas en cuanto asuma la presidencia. Según sus declaraciones, no existe otra opción para enfrentar el problema de la delincuencia en el país. “No tenemos opción cuando estamos hablando de personas que han cometido asesinatos y de narcotraficantes que han destruido países. Estos individuos regresarán a sus lugares de origen porque no van a quedarse aquí”, afirmó el mandatario electo.
En una entrevista con NBC News, Trump indicó que su victoria sobre Kamala Harris es una señal de que los ciudadanos quieren “sentido común” en las políticas del país, reiterando que uno de sus primeros objetivos será fortalecer la frontera. Aunque aclaró que no pretende cerrar las puertas a la inmigración, enfatizó que desea que quienes ingresen al país lo hagan de manera legal.
Horas después de su discurso, Trump nombró a Susie Wiles, su directora de campaña, como jefa de gabinete de la Casa Blanca, convirtiéndola en la primera mujer en ocupar este cargo en la historia de Estados Unidos. En un comunicado, Trump elogió a Wiles por su dedicación y tenacidad, resaltando su capacidad para trabajar de forma incansable. Durante la campaña, Wiles también tuvo que enfrentarse a situaciones delicadas, como restringir el acceso de ciertas personas al expresidente.
Además, la cadena CNN reportó que Wiles desempeñaba tareas complejas, como gestionar la lista de pasajeros en los vuelos privados de Trump, una labor que implicaba limitar la interacción del entonces candidato con algunos de sus seguidores, lo que en ocasiones generó tensiones. Sin embargo, su desempeño fue visto como clave en el éxito de la campaña.
En otro tema, Trump mostró apertura para reanudar conversaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin. Durante el Foro de Valdai en Sochi, Rusia, Putin manifestó su disposición a retomar el contacto con el futuro presidente estadounidense, aprovechando la ocasión para felicitarlo. Trump respondió que probablemente conversará pronto con Putin, señalando que están en disposición de restablecer el diálogo.
Mientras tanto, el actual presidente Joe Biden prometió ayer asegurar una “transición pacífica y ordenada” del poder hacia Trump, buscando calmar a los demócratas al señalar que “Estados Unidos estará bien”. En su mensaje, Biden resaltó la importancia de aceptar el resultado electoral y expresó su gratitud a Kamala Harris, con quien conversó por teléfono. Para los seguidores demócratas, Biden reconoció que el partido perdió esta contienda, pero enfatizó que eso no significa una derrota definitiva.
