Trump le retira a Harvard el permiso para aceptar estudiantes extranjeros

La administración del expresidente Donald Trump tomó una medida radical contra Harvard al quitarle el permiso para inscribir a estudiantes internacionales, afectando directamente a casi 7 mil alumnos extranjeros.

La decisión fue anunciada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que explicó que Harvard ya no podrá aceptar nuevos estudiantes del extranjero y que los que actualmente estudian allí deberán buscar otra universidad o abandonar el país. La medida se tomó luego de que la universidad se negara a entregar información sobre estudiantes supuestamente involucrados en protestas propalestinas, lo cual exigía el gobierno federal.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, firmó una carta donde se comunica que se revoca “con efecto inmediato” la certificación que permite a Harvard participar en el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP). Esto implica que los estudiantes extranjeros con visas F-1 o J-1 tienen un plazo limitado para transferirse o perder su estatus legal en Estados Unidos.

Una decisión que sacude al mundo académico

Los estudiantes internacionales representan casi el 27% del alumnado en Harvard. Ellos pagan matrículas completas que superan los 87 mil dólares anuales, ayudando a financiar becas y proyectos de investigación. Por eso, esta decisión no solo afecta a los estudiantes, sino también a la economía interna de la universidad y su reputación global.

La decisión también ocurre mientras el gobierno federal congela miles de millones de dólares en subvenciones y amenaza con quitarle beneficios fiscales a la institución, acusándola de no combatir el antisemitismo y de colaborar con gobiernos extranjeros.

Noem afirmó que inscribir estudiantes internacionales “es un privilegio, no un derecho”, y acusó a la universidad de fomentar el odio y la violencia. Además, señaló que la medida busca frenar el aprovechamiento económico de Harvard a través de las matrículas de estudiantes internacionales.

Harvard prepara respuesta legal

Ante este escenario, Harvard prepara una demanda legal para revertir la decisión. Sus abogados planean acudir a la Corte de Massachusetts para argumentar que la medida es una represalia política y viola derechos legales. Mientras tanto, miles de estudiantes se enfrentan a un futuro incierto.

La comunidad universitaria, tanto en Estados Unidos como en otros países, está preocupada por las consecuencias que esto podría tener en otras instituciones. Universidades como Yale y Stanford ya han recibido solicitudes similares de información por parte del DHS.

Un golpe que va más allá de Harvard

Expertos advierten que este tipo de acciones podrían afectar la imagen de Estados Unidos como destino académico y provocar que estudiantes de países como China, India o Europa decidan estudiar en lugares como Canadá o Reino Unido.

Para muchos, esta medida es parte de la estrategia política de Trump para atacar a las universidades que considera “elitistas” y “progresistas”. Sin embargo, en el centro del conflicto están miles de jóvenes que ven en Harvard una oportunidad para alcanzar sus sueños.

La batalla legal apenas comienza, y su resultado definirá si la educación internacional en Estados Unidos seguirá siendo una realidad o se convertirá en una víctima más del conflicto político.

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