El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, se mostró evasivo ante la posibilidad de ordenar un ataque contra Irán. En una charla con periodistas desde la Casa Blanca, el exmandatario dijo: “Puede que lo haga, puede que no lo haga. Nadie sabe lo que voy a hacer”, manteniendo el suspenso sobre sus próximos pasos en medio de la creciente tensión en Medio Oriente.
Trump insistió en que aún hay tiempo para que Irán renuncie a su programa nuclear, pero reconoció que los próximos días serán clave. “Nada ha terminado. La próxima semana será muy importante, tal vez menos de una semana”, afirmó.
Sobre el rechazo del líder supremo iraní, Ali Jamenei, a sus llamados de rendición, Trump fue directo: “Le deseo buena suerte”. Además, reveló que Estados Unidos sabe dónde se encuentra Jamenei, aunque aseguró que no tienen intención de atacarlo “por ahora”.
La tensión crece entre Estados Unidos e Irán
Las declaraciones del expresidente llegan luego de que Estados Unidos recomendara a los habitantes de Teherán abandonar la ciudad, y de que Trump acortara su participación en una cumbre para regresar a Washington y reunirse con su equipo de seguridad nacional.
Trump también señaló que Irán ha mantenido contacto con la Casa Blanca. “Han propuesto venir a la Casa Blanca, y eso es valiente”, comentó, aunque la representación iraní ante la ONU negó esa versión en redes sociales.
Además, Trump aseguró que el presidente ruso Vladimir Putin se ofreció como mediador en el conflicto, pero que él le respondió: “Primero resuelve tu problema en Ucrania”.
Críticas dentro del propio círculo de Trump
Algunos aliados del exmandatario, como Steve Bannon y Tucker Carlson, han mostrado preocupación por una posible intervención militar directa de Estados Unidos, advirtiendo que podría dividir a su base de apoyo rumbo a las elecciones de 2024.
A pesar de estas advertencias, Trump afirmó que su relación con sus seguidores sigue fuerte: “Están más enamorados de mí ahora que en las elecciones”, aseguró.