Donald Trump, candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, ha anunciado que, de ser elegido en las próximas elecciones de noviembre, buscará implementar la pena de muerte para traficantes de drogas y de personas. Trump hizo esta promesa durante un evento en Sierra Vista, Arizona, cerca de la frontera con México, donde también planteó un programa de “deportación masiva de criminales y el sellado de la frontera”.
En su propuesta, el exmandatario incluyó una sentencia mínima obligatoria de diez años para quienes sean declarados culpables de tráfico de personas, una “pena de cadena perpetua garantizada” para quienes trafiquen con niños, y la pena de muerte para los culpables de tráfico sexual de niños o mujeres. Trump destacó que su administración buscará sentencias severas para los “delincuentes extranjeros ilegales”.
Mientras tanto, el Partido Demócrata celebró su Convención Nacional, donde confirmaron formalmente la candidatura de la vicepresidenta Kamala Harris. Trump, desde un lado de la valla fronteriza, criticó duramente a Harris, calificándola de “marxista” y afirmando que ella quiere mantener una frontera abierta, además de asegurar que nunca construirá el muro fronterizo.
El evento de Trump en Arizona fue el segundo al aire libre desde que el 13 de julio, un joven le disparó durante un mitin en Carolina del Norte, lo que llevó al Servicio Secreto a recomendarle que evitara eventos públicos al aire libre. Desde entonces, Trump ha realizado una serie de actos de campaña en lugares cerrados, como oficinas municipales y fábricas, aunque su campaña está comenzando a reactivar actividades en diferentes escenarios.
En sus declaraciones, Trump también acusó a Harris de no querer construir el muro y de ser una candidata que no está preparada para liderar el país, resaltando la necesidad de “fronteras fuertes y elecciones fuertes”.
