El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, se enfrenta mañana martes a un segundo frente judicial, en este caso por un caso de difamación relacionado con una presunta violación a la escritora E. Jean Carroll, que comenzará este martes con la selección del jurado.
Es improbable que Trump asista al juicio: el juez Lewis A. Kaplan ha dejado a Trump y a Carroll la decisión sobre si acudir o no, y mientras que los abogados de la denunciante han anunciado que ella piensa asistir a todas las sesiones, los del expresidente escribieron la pasada semana a Kaplan anunciándole que “no desea comparecer en el juicio”.
Alegaron las “cargas logísticas y financieras” que el desplazamiento de Trump causará a la ciudad contando sólo el despliegue del servicio secreto que requeriría su presencia desde muchas horas antes de cada intervención suya.
Pero, además, Trump ha anunciado un acto electoral el próximo jueves por la tarde en New Hampshire, como parte de la precampaña por las presidenciales de 2024, en las que el expresidente parte como claro favorito entre los aspirantes republicanos.
El diario The New York Times señala que el juicio en la corte del Distrito Federal de Manhattan no será muy largo, y podría durar entre una y dos semanas.
Por lo pronto, el juez Kaplan ha decidido que el jurado que se selecciona mañana permanezca en el anonimato, incluso para los abogados de las partes, ante la posibilidad de que sufran algún tipo de acoso o ataque por parte de los seguidores de Trump.
LA VISTA NO ES POR LA VIOLACIÓN, SINO POR DIFAMACIÓN
El juicio, que se abre veinte días después del primer frente judicial de Trump –por el pago indebido a la actriz porno Stormy Daniels para silenciar una relación sexual extramarital– no se refiere a la acusación de violación en unos probadores de un gran almacén de Nueva York a mediados de los años noventa, una acusación que se verá en otro proceso separado.
En este caso se juzga la acusación de difamación que Carroll, de 79 años, presenta contra Trump, de 76, por los ataques que éste profirió contra ella al denunciar en público en 2019 aquellos hechos: en ese momento, siendo él todavía presidente, dijo que la denuncia era “una broma y una mentira” y que lo que ella buscaba era fama gratuita para promocionar un libro.
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