Tsipras convocará elecciones anticipadas si no recupera mayoría

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El primer ministro de Grecia advirtió de la posibilidad de un adelanto electoral si no cuenta en el parlamento con la mayoría necesaria para impulsar un nuevo plan de ayuda, tras la división en su …

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, avisó hoy de que adelantará las elecciones legislativas si no recupera la mayoría parlamentaria para poner en marcha un nuevo plan de ayuda a Grecia, que según dijo se verá acompañado de una reducción de la deuda pública.

Reconociendo la división en el seno de Syriza, el partido de izquierda que dirige, Tsipras está dispuesto a convocar unas legislativas anticipadas, tras las del pasado 25 de enero, incluso siendo “el último en querer elecciones”.

En una entrevista de dos horas en la radio “Sto Kokkino”, cercana a Syriza, Tsipras mantuvo un tono duro con los diputados de su grupo parlamentario que votaron contra las primeras reformas solicitadas por los acreedores de Grecia el 15 y el 22 de julio a cambio de mantener su financiación.

“Si no tenemos mayoría parlamentaria, nos veremos obligados a (convocar) elecciones” anticipadas, dijo Tsipras durante la entrevista. El dirigente, quien llegó al poder a fines de enero, dijo también que los acreedores se comprometieron a estudiar una reducción de la importante deuda del país, que alcanza en torno al 170% del Producto Interior Bruto (PIB) según las últimas estadísticas europeas.

“Lo más importante es que tenemos un compromiso para reducir la deuda en noviembre tras la primera auditoría del programa” de ayuda, que Grecia todavía está negociando con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo.

Las dos votaciones de julio provocaron una fractura en el seno de Syriza, al posicionarse más de 30 de los 149 diputados en contra de estas medidas en cada una de las votaciones.

Aunque el primer ministro aún cuenta con el apoyo de los trece diputados del partido de derecha soberanista Anel, con el que gobierna Syriza, ya no alcanzaría el umbral mínimo de 151 diputados (de un total de 300) necesario para poner en marcha el nuevo acuerdo, si la oposición (Nueva Democracia, Pasok y To Potami) le retirara su apoyo.

La próxima prueba será la adopción por parte del Parlamento, en principio en agosto, de la integralidad del plan de más de 80 mil millones de euros sobre tres años, cuyas modalidades están siendo estudiadas por los dirigentes griegos y los representantes de los acreedores del país, UE y FMI.

Los expertos técnicos y los responsables de las instituciones acreedoras de Grecia trabajaban esta semana en Atenas para pasar revista al estado de las finanzas helenas. “La negociación se desarrolla en buenas condiciones de cooperación”, juzgó el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, en una entrevista. En el ministerio griego de Finanzas, una fuente se felicitó del “muy buen clima” que reinó en las conversaciones de este miércoles.

Congreso de Syriza

Durante la entrevista radial, Tsipras también confirmó la celebración de un congreso de Syriza, debido a “este contexto de urgencia”, a “principios de septiembre”, para que los miembros del partido “den respuestas” y aclaren sus posturas.

“Hay que admitir que Syriza no se ha convertido en un partido unido (…), y yo soy el primer responsable”, reconoció. Los disidentes de Syriza se oponen al acuerdo que Tsipras alcanzó el 13 de julio con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional para el nuevo plan de ayuda a cambio de más austeridad y reformas.

Según la prensa griega, los acreedores creen que el PIB del país caerá entre 2 y 3% este año, contra una previsión de crecimiento de 0.5%. Esta inversión de la coyuntura es debida sobre todo a las dilaciones entre Grecia y sus acreedores, que enlentecieron la economía del país desde la llegada de Syriza al poder en enero, y la práctica del control de capitales que traba la economía desde el 29 de junio para proteger a los bancos.

Esta degradación hace aún más inevitable una restructuración de la deuda griega, que la directora general del FMI, Christine Lagarde, juzgó nuevamente “inevitable” hoy para que el rescate del país sea “creíble”.

Tsipras reconoció que el “corazón” le habría pedido abandonar la mesa de negociaciones en la sesión maratoniana con los socios de la Eurozona del pasado día 12, pero que no lo hizo porque era consciente de que la consecuencia inmediata hubiera sido la quiebra de los bancos.

“Si hubiera hecho lo que me pedía mi corazón durante esa negociación de 17 horas” se habrían producido una serie de acontecimientos que hubieran llevado a la pérdida de todos los depósitos bancarios, aseguró Tsipras.

El primer ministro precisó que primero habrían cerrado las sucursales de los bancos en el extranjero y luego el Banco Central Europeo habría dejado de aceptar las garantías de los bancos griegos a cambio de los créditos de emergencia. Esto, añadió, hubiera conducido a la quiebra de todos los bancos y a la consecuente pérdida de los depósitos.

Tsipras señaló que solo podía optar entre “una victoria pírrica o un acuerdo”, y añadió que no se arrepiente “ni un solo momento” de lo que ocurrió en cinco meses de negociación. El primer ministro cree que el acuerdo alcanzado ha abierto la posibilidad de obtener un desembolso mucho mayor del previsto inicialmente, a cambio de los mismos esfuerzos.

“Ni un solo euro a los vagos griegos”

Según Tsipras, al comienzo de las negociaciones los acreedores solo estaban dispuestos a desembolsar el dinero del segundo rescate que quedaba pendiente y “los países del norte” (…) “no querían dar ni un solo euro fresco” a los “vagos” griegos.

“Las tesis en el Eurogrupo eran que Grecia debía cumplir el programa anterior, el de (Andonis) Samarás”, con una serie de compromisos, que son “exactamente los mismos” que ahora, solo que con la diferencia de que el dinero disponible era de unos doce mil millones de euros para cinco meses, añadió.

“Ahora hemos pasado a 86 mil millones de euros para tres años”, precisó para añadir que lo importante es además que el nuevo rescate, en caso de firmarse, contempla que una vez que haya concluido la primera evaluación del programa en noviembre se hablará del alivio de la deuda, algo que el Gobierno había convertido desde el principio en uno de sus principales caballos de batalla.

Pese a todo, el líder izquierdista reconoció que los compromisos que ha tenido que hacer le han llevado a una situación que previsiblemente desembocará en la convocatoria de elecciones anticipadas, pues en la dos votaciones sobre los programas de reforma que los socios pidieron como requisito previo más de una treintena de diputados de Syriza le negaron el respaldo.

Esto llevó a que los dos proyectos solo salieran adelante con el apoyo de la oposición. “Soy el último que habría querido elecciones si hubiéramos mantenido la mayoría parlamentaria” para los próximos cuatro años, dijo.

El líder de Syriza reiteró, no obstante, que su prioridad ahora es lograr la firma del tercer rescate y que espera que a comienzos de septiembre su partido celebre un congreso extraordinario en el que se defina cuál va a ser el programa y cuáles los pasos a seguir.

Tsipras criticó indirectamente a los diputados rebeldes y calificó como “cortos de mente” a los que creen que se puede hacer “la revolución con el asalto al Palacio de Invierno”. “Los compromisos son también una parte de la táctica revolucionaria”, añadió.

“Actos, no palabras”

La directora general del FMI, Christine Lagarde, estimó hoy que eran necesarios “actos, no palabras” de parte de las autoridades griegas para hacer avanzar las discusiones sobre un nuevo plan de ayuda al país.

“Estuve yo misma un poco en política y hay muchas cosas que uno dice pero lo que cuenta al final es lo que hace (…). Se necesitan actos, no palabras”, declaró Lagarde, consultada sobre las reticencias de Atenas a cooperar con el FMI.

En el acuerdo del 13 de julio, los europeos plantearon como condición para un tercer plan de ayuda a Grecia la participación del Fondo Monetario Internacional (FMI), al que Atenas ha acusado de comportamiento “criminal”.

“Lo que será crucial en mi opinión es qué están realmente preparadas para hacer las autoridades griegas, no las palabras o el ruido político que a menudo es necesario, pero (hay que) demostrar (…) determinación”, indicó Lagarde en una conferencia de prensa virtual con periodistas.

La directora gerente reafirmó que es “inevitable” una reestructuración de la deuda griega y que los europeos deben desbloquear los fondos necesarios para que el rescate del país sea “creíble” y el FMI acepte participar de un nuevo plan de asistencia.

Fuente: Milenio.

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