El gobierno ucraniano ha negado cualquier participación en el tiroteo que causó al menos 40 muertes y más de 100 heridos en una sala de conciertos en Moscú, calificándolo de “acto terrorista”. Mijaílo Podoliak, asesor de la presidencia ucraniana, afirmó en Telegram que Ucrania “no tiene absolutamente nada que ver” con los acontecimientos y nunca ha recurrido a métodos terroristas.
Se sospecha que las autoridades policiales rusas han detenido a uno de los presuntos “terroristas” responsables del ataque, aunque no se ha proporcionado más información al respecto.
En el contexto del conflicto entre Ucrania y Rusia, Podoliak enfatizó la importancia de llevar a cabo operaciones militares efectivas para enfrentarse al ejército regular ruso y poner fin a la invasión que comenzó en febrero de 2022.
Mientras tanto, la “Legión de la Libertad de Rusia”, un grupo de combatientes rusos antigubernamentales con base en Ucrania, ha rechazado cualquier participación en el ataque, acusando al gobierno ruso de preparar esta “sangrienta provocación”.
En respuesta, el ex presidente ruso Dmiti Medvédev advirtió que Rusia “destruirá” a los líderes ucranianos si se demuestra su implicación en el ataque. En un comunicado en Telegram, Medvédev, quien es el número dos del Consejo de Seguridad ruso, afirmó que aquellos identificados como terroristas serán localizados y eliminados sin piedad, incluidos los dirigentes del estado ucraniano.