En la terna a mejor película aparecen dos coproducciones de México con países sudamericanos
La moneda está en el aire para el cine nacional. Esta noche, en el Palacio de Bellas Artes caerá para alguno de los contendientes de la 55 entrega del Ariel, el galardón más importante que anualmente se entrega a producciones nacionales.
Será una entrega en donde se podrá ver la globalización de la pantalla grande. La Mejor Película se dirimirá entre dos coproducciones (El Premio y La Demora), que tuvieron no solamente dinero extranjero, sino que se rodaron en Sudamerica, con directores nacidos en esa parte del continente y que llevan años viviendo en tierra azteca, donde también estudiaron cine.
La primera, una historia sobre la dictadura argentina vista a través de los ojos de una niña, es la ópera prima de la argentina Paula Marcovitch, que ganó en certámenes como Guadalajara y Berlín.
El segundo proyecto, La demora, de Rodrigo Plá (La zona y Desierto adentro, nacido en Uruguay), es la vida de un hombre abandonado por su hija en un parque.
Los últimos cristeros, de Mathías Meyer, completa la terna que pelea por la estatuilla más importante del séptimo arte nacional.
Pero la globalización no es algo que solamente ataña a México. En los Goya ha peleado, por ejemplo, El laberinto del fauno, que es en parte mexicana; y en el Oscar estuvo este año Amor, producción alemana.
Las tres cintas tienen el único problema que, como ocurre en varias ocasiones con producciones locales, duran poco tiempo en pantalla. La de Meyer es el caso más dramático porque la cinta no salió para exhibirse en el interior de la República y ya salió en versión DVD.
Los filmes más taquilleros quedaron fuera de la categoría más mediática, la de Película, aunque tuvieron alguna presencia en las de Actor, Actriz y Dirección. La vida precoz y breve de Sabina Rivas, sobre una centroamericana queriendo llegar a Estados Unidos y que fue vista por cerca de 700 mil personas, alcanzó la de Director (Luis Mandoki) y Actriz (la venezolana Greisy Mena); Colosio, el asesinato, accedió a Coactuación Masculina (Giménez Cacho).
Y Después de Lucía, enviada por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas a buscar un lugar en los premio Goya y Oscar con la temática universal del bulliyng, tiene presencia en Mejor Actriz, donde Tessa Ia se enfrentará a Úrsula Pruneda (El sueño de Lú), que entre la prensa es la favorita.
A esto se suma que Cristiada, protagonizada por el cubano Andy García, sólo tiene una nominación en Arte, y el documental De panzazo, sobre la educación en México (ambas con más de un millón de asistentes a cines, no fue considerado. Juan Antonio de la Riva, presidente de la AMACC, aclara que las ternas se confeccionaron de acuerdo con criterios de calidad, no de taquilla. Una taquilla que en 2012, para cine mexicano, descendió unos miles con relación a 2011, cuando hubo 11 millones de espectadores.
Poco más de 160 actores, técnicos y cineastas (de entre 800 posibles) dirimirán a los ganadores del Ariel, que será conducido por Luis Gerardo Méndez y Mónica Huarte.
La cifra registrada obedeció, dijo en su momento De la Riva, a que a los académicos se encontraban trabajando y no garantizaban ver la totalidad de películas participantes, a que vivían en el interior de la República o bien, no les interesó.
Hoy desfilarán sobre la alfombra lo mismo el roquero Armando Vega Gil, nominado por su corto Como perros y gatos; que a Izabel Acevedo, ganadora en Francia con Para armar un helicóptero.
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